Un mundo con los sueños y quimeras
dejabas en tus versos y tu canto,
un mundo rodeado de luceros
y estrellas que bailaban en el lago.
Un mundo con las letras reunidas
llevando con sus versos el abrazo,
la frase soñadora del poeta
la tierna campanada de arrebato.
Un mundo generoso, sin fronteras,
viviendo todos juntos como hermanos,
los sueños esparcidos con los besos
y el viento que los deja en nuestros labios.
Un mundo de ilusión y de utopía,
de paz, de libertad y sin soldados;
se escuchan los latidos de la tierra
que vive sin trincheras en los campos.
Un mundo donde el hombre está presente,
y es el centinela, a buen recaudo,
del reino de los sueños infantiles,
que todos fuertemente precisamos.
Un mundo donde el ciervo de los bosques
entona fuertemente sus vocablos,
el canto del amor en la berrea
que usa y que utiliza de reclamo.
Un mundo con jardines infinitos
que llene de alegría nuestros pasos,
y salgan amapolas al encuentro,
de rosas, de jazmines y geranios.
Un mundo con tus sueños y mis sueños,
¡el mundo del amor, con que soñamos!
la eterna primavera renacida
que llega con sus flores y su manto.
¡Ay mundo de los sueños no te vayas!
yo quiero retenerte en mi costado,
y quiero que me abraces con más fuerza,
tan fuerte que ni el sueño me haga daño...
No quiero que te ofusques la conciencia,
soñar con el amor no es nada malo,
se sueña de mayor con imposibles
y el niño sueña y vive lo soñado.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/05/12
sin duda el mundo de los sueños mantiene la flama de la creación al tope
ResponderEliminarun abrazo grande y feliz martes
¡Ojalá Elisa...!
ResponderEliminarUn abrazo,
Rafael