Confía en el valor de la palabra
y olvida las promesas y mentiras,
se dicen y prometen tantas cosas
que algunos las convierten en rutina.
Es fácil conseguir ilusionarse,
soñar con utopías muy distintas,
seguir por los caminos y senderos
los trozos del candor y de la vida.
Es fácil que deslumbre una mirada,
y el rojo de una rosa en la campiña,
y puede que hasta el verde de los campos
sembrado de blancura y margaritas.
Más debes de saber que tras las sombras
se ocultan los fracasos y utopías,
algunos cosechados por los hombres
y en otras ambiciones desmedidas.
Confía en el valor de la palabra
si llega hasta tu oído muy tranquila,
si tiembla con la brisa mañanera
la mano que te roza y acaricia.
No dudes de ti mismo, en ese instante,
y acude sin dudar hasta la cita,
no importa dónde estés y dónde sea,
el sitio y el lugar tendrá otra intriga.
Quizás ya no confíes en tus pasos
y tengas a las fuerzas muy marchitas,
por culpa del cansancio y del esfuerzo
y el alma desangrada en sus heridas.
Intenta resistir en esa recta,
el pecho está sangrando por la espina,
las formas y espejismos se repiten
y tratan de anular tu tentativa.
Confía en el valor de la palabra
si vienen de unos labios que te animan,
y tratan de animarte a que los sientas
y sigas su dictado día a día.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/06/12
y olvida las promesas y mentiras,
se dicen y prometen tantas cosas
que algunos las convierten en rutina.
Es fácil conseguir ilusionarse,
soñar con utopías muy distintas,
seguir por los caminos y senderos
los trozos del candor y de la vida.
Es fácil que deslumbre una mirada,
y el rojo de una rosa en la campiña,
y puede que hasta el verde de los campos
sembrado de blancura y margaritas.
Más debes de saber que tras las sombras
se ocultan los fracasos y utopías,
algunos cosechados por los hombres
y en otras ambiciones desmedidas.
Confía en el valor de la palabra
si llega hasta tu oído muy tranquila,
si tiembla con la brisa mañanera
la mano que te roza y acaricia.
No dudes de ti mismo, en ese instante,
y acude sin dudar hasta la cita,
no importa dónde estés y dónde sea,
el sitio y el lugar tendrá otra intriga.
Quizás ya no confíes en tus pasos
y tengas a las fuerzas muy marchitas,
por culpa del cansancio y del esfuerzo
y el alma desangrada en sus heridas.
Intenta resistir en esa recta,
el pecho está sangrando por la espina,
las formas y espejismos se repiten
y tratan de anular tu tentativa.
Confía en el valor de la palabra
si vienen de unos labios que te animan,
y tratan de animarte a que los sientas
y sigas su dictado día a día.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/06/12
Rafael, confiar en el valor de la palabra
ResponderEliminares absolutamente necesario para cualquier persona pero para un poeta la palabra es la vida
Un poema precioso,
un abrazo
Así pienso yo también Pepi.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
La vida es un eterno confiar... y otro tanto desconfiar...
ResponderEliminarBello poema amigo Rafael...
Es igual a la resaca del mar India Rebelde...
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
"Intenta resistir en esta recta
ResponderEliminarel pecho está sangrando por la espina"
...
Confiar en la palabra...todo un desafío hoy en día.
Sólo para valientes.
ABRAZOS, RAFAEL.
La palabra es magica. Hay que confiar en ella, para crear hermosas poesias. Un abrazo...
ResponderEliminar"Confía en la palabra"...
ResponderEliminarA veces es esa nuestra única salida o, al menos, nuestro único descanso.
Abrazos
Sí, hay que confiar en la palabra pero antes hay que confiar en la persona que dice esa palabra, al fin y al cabo, las palabras se las lleva el viento y lo que importan son los hechos.
ResponderEliminarUn saludo.
Por un momento pense que decía "confía en el favor de la palabra"
ResponderEliminarTienes un tono elocuente Rafael. Envuelve y no deja hasta el final.
Saludos y buen fin de semana.
Rafael, la palabra tiene un valor inmenso, qué a veces se la use indiscrinadamente, no quiere decir que haya dejado de ser una ley... quien no tiene palabra no es un buen samaritano.
ResponderEliminarMuy bello poema. Abrazos grandes este fin de semana.
Es un desafío Maritza, tú lo dices y pienso lo mismo.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Sí, Pepa, la palabra es mágica y "tenemos que creer en ella", a pesar de todo.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Si no lo hacemos TriniReina, puede ser por diferentes motivos, pero al final siempre volvemos la cabeza intentando escuchar esa voz que nos hable, ¿No crees?.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Creer en las personas Luchadora, es difícil si alguna vez sus palabras fueron retorcidas, llegaron edulcoradas y no fueron sinceras, ¡es cierto!, pero a pesar de todo, pienso en que hay que confiar en las palabras y a través de ellas llegar a las personas, (y que ellas lleguen a nosotros a la vez)...
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Gracias por tu comentario Beatriz, también para ti te deseo un lindo fin de semana.
ResponderEliminarUn abrazo.
De acuerdo con tu comentario Paula, la palabras es el medio de comunicación que tenemos y a través de ella podemos transmitir los diferentes estados de alegría, tristeza, sensibilidad, cariño, etc.
ResponderEliminarUn abrazo y un lindo fin de semana para ti.
Confiar en la vida, en uno mismo, en los demás, en continuar, en no detenerse, en seguir caminando...
ResponderEliminarUn beso y feliz noche de San Juan.
"Confía en el valor de la palabra..."
ResponderEliminarEs una buena consigna, es un bello poema.
Un abrazo.
Así debe de ser María...
ResponderEliminarUn abrazo y feliz noche de San Juan también para ti.
Gracias María S. es lo que deseo para todos.
ResponderEliminarUn abrazo.
La palabra tiene un valor porque tiene poder sobre nosotros.
ResponderEliminarBellas rimas Rafael.
Un placer visitar tu blog.
Saludos.
en estos tiempos la palabra poco valor tiene si no está ante notario, la realidad dista mucho de cuando las personas eran sinceras y su palabra era su aval
ResponderEliminares una pena, hermoso poema Rafael, una utopía que pocos son capaces de llevar a cabo
abrazo
Gracias Jerónimo por visitar mi Blog y tu comentario.
ResponderEliminarUn saludo y pasaré a ver el tuyo en breve.
Sonrío al leerte Elisa, y sé que tienes razón. Sin embargo conocí a personas que su palabra y el apretón de manos era como una firma ante Notario. Pero eran otros tiempos, lo sé, ahora estamos, como bien dices, en una utopía donde queda aquella nostalgia de lo que hemos perdido.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Cuando la palabra sale del corazón,no tiene dobleces,ni fisuras...Esa autoestima alta,como bien dices.Los versos nos apoyan y confían en nosotros...Si ellos confían nosotros también,poeta.
ResponderEliminarMi felicitación y un beso,Rafael.
M.Jesús
Gracias por tu visita y tu comentario que aprecio y estimo.
ResponderEliminarUn beso en la noche M.Jesús.