Un día volverás atrás tus ojos
y observarás de nuevo las mareas,
el baile variopinto de las olas
que llegan y se estiran por la arena.
Es fácil que ya estés en el otoño,
y busques el paseo en la ribera,
el dulce escalofrío de las aguas,
la brisa del nordeste siempre fresca.
Dejaste a tus espaldas los recuerdos,
el tiempo del estío y de la siega,
la paz inmaculada de los campos
y el fino sortilegio de la aldea.
No puedes evitar que entre los mismos
resuenen los toletes y traineras,
que acudan cual gaviotas, a tu lado,
en cantos del salitre y las sirenas.
Espero que disfrutes del pasado
y sientas las caricias tan eternas,
el beso de la brisa en tu regazo
que llevan sin dudar a la barquera.
Allí donde los hombres se hacen niños
las salves estremecen a las piedras,
y entonan los marinos las plegarias
pidiendo por sus vidas y la pesca.
Las manos tan curtidas hacen cruces
en frentes que doblegan su cabeza,
afuera, al otro lado de la ría,
se escuchan las campanas de la iglesia.
La lluvia ha comenzado a deslizarse
del cielo que no aguanta la tormenta,
suspira el marinero mientras mira
las gotas que le llegan y le besan.
Son besos que reparten el cariño,
salidos de la Virgen barquereña,
y vienen en respuesta a la plegaria
que el hombre dijo al niño que pidiera...
Eterna sensación la del marino
temiendo por el mar y las galernas,
luchando entre las olas con sus remos
y el bote tan ligero que le lleva.
Navega por regiones infinitas,
allí donde se ocultan las estrellas,
y lleva la sonrisa y el tabaco,
en los labios, prendidos, aunque duelan.
Porque quiere llegar hasta su puerto,
saludar a la Virgen la Barquera,
y marchar a su casa renqueando,
con el cesto logrado de la pesca.
"...Un día volverás atrás, tus ojos,
y verás nuevamente las mareas,
no importa que te encuentres muy cansado,
las olas y la Virgen ya te esperan..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/12/06
volver y revolver es un buen principio Rafael
ResponderEliminarreplantear todo el problema y desarmar la solución original, nos da posibilidad de rescatar marcas que cambian todo el eje circunstancial en el cual edificamos axiomas, y nos damos cuenta de lo errados y de lo manipulados que fuimos
muchas gracias por tu huella
feliz fin de semana
A veces es imposible ocultar esa nostalgia que todos llevamos en el alma, ese pequeño recuerdo que nos hace estremecer. En esos momentos el hombre se vuelve niño y puede ver con la inocencia de sus ojos, "los errores y la manipulación" que pudo haber en un tiempo pasado.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana también para ti Elisa.
Precioso, Rafael.
ResponderEliminarGracias Mafalda.
ResponderEliminarUn abrazo.