No imaginas las noches transcurridas
con la voz de tus labios en mi labios,
con tus sueños y mis sueños unidos
y el calor de tus manos en mis manos.
con la voz de tus labios en mi labios,
con tus sueños y mis sueños unidos
y el calor de tus manos en mis manos.
Porque fuiste ilusión y fantasía
que vino en un momento hasta mi lado,
con la gracia sutil y tan hermosa
y tu cuerpo moreno del verano.
que vino en un momento hasta mi lado,
con la gracia sutil y tan hermosa
y tu cuerpo moreno del verano.
Llegaste como llegan las galernas
lanzadas desde el cielo con un rayo,
más la flecha silbante de Cupido
cruzó mi corazón sin yo notarlo.
lanzadas desde el cielo con un rayo,
más la flecha silbante de Cupido
cruzó mi corazón sin yo notarlo.
Y entonces yo sentí temblar el alma
cual cuerda de violín y del piano,
y un fuego singular cruzó mi pecho,
herido como niño enamorado.
cual cuerda de violín y del piano,
y un fuego singular cruzó mi pecho,
herido como niño enamorado.
No imaginas las noches transcurridas
y mirando a los cielos mientras tanto,
hablando con la luna y las estrellas
que cuelgan allá arriba, en lo más alto.
y mirando a los cielos mientras tanto,
hablando con la luna y las estrellas
que cuelgan allá arriba, en lo más alto.
Entonces yo creía en las promesas,
la eterna juventud del ser hermano,
los ojos que miraban a los ojos
la frase tan sincera y el abrazo.
la eterna juventud del ser hermano,
los ojos que miraban a los ojos
la frase tan sincera y el abrazo.
Era un tiempo plagado de ternura,
un tiempo de recuerdos ya pasado,
vivido intensamente cada día,
volviendo cada noche sin nombrarlo.
un tiempo de recuerdos ya pasado,
vivido intensamente cada día,
volviendo cada noche sin nombrarlo.
Venía con el canto, en la cigarra,
dejando su nostalgia por los campos,
venía con las olas y mareas
en máscara de proa de los barcos.
dejando su nostalgia por los campos,
venía con las olas y mareas
en máscara de proa de los barcos.
No imaginas las noches transcurridas
con la pasión y el fuego desatado...
Ardía el corazón en una hoguera
por culpa del amor y con su llanto.
con la pasión y el fuego desatado...
Ardía el corazón en una hoguera
por culpa del amor y con su llanto.
Lloraba contemplando la figura
maltrecha ante el espejo destrozado,
la niebla atenazaba la garganta
ahogando los suspiros en los labios.
maltrecha ante el espejo destrozado,
la niebla atenazaba la garganta
ahogando los suspiros en los labios.
Tenía la inocencia de los niños,
la mano temblorosa del anciano,
la dulce sintonía del amante
que busca en el amor, al ser amado.
la mano temblorosa del anciano,
la dulce sintonía del amante
que busca en el amor, al ser amado.
Tenía menos años, eso es cierto,
cruzaba los desiertos y pantanos,
volaba con gaviotas y cigüeñas
siguiendo la utopía de unos pasos...
cruzaba los desiertos y pantanos,
volaba con gaviotas y cigüeñas
siguiendo la utopía de unos pasos...
"...No imaginas las noches transcurridas
tratando de vivir sin hacer daño,
dejando mis caricias en los versos
y el beso de mis labios más preciado..."
tratando de vivir sin hacer daño,
dejando mis caricias en los versos
y el beso de mis labios más preciado..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/06/12
14/06/12
Sentimiento y romanticismo. Eternamente tú, amigo mío. ¡Y qué bellos versos!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo en la noche,
Isabel
Gracias Isabel por tu visita y comentario. Ambos compartimos la misma búsqueda a través de la poesía, como tantos que seguro conocemos.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche también para ti.
Sentires derrochados por todas parte, esta noche es una noche para el sentimiento indudablemente. Besos grandes.
ResponderEliminarSí, Paula, esta noche es una noche para el sentimiento, como tantas otras, ¿no crees?.
ResponderEliminarBesos para ti.
Que hermoso sentir. Las noches son mágicas, como mágicos tus versos.
ResponderEliminarAbrazos...
Gracias Pepa, las noches, salvo excepciones, casi siempre son mágicas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Acaso no lo sepa, pero es algo que rezuma en cada uno de estos versos.
ResponderEliminarAunque ya no se tiene la fuerza de los jóvenes años, el sentimiento, si cabe, es más fuerte, más férreo.
Cuánto saben las noches de nuestros pesares...
Abrazos
Con el tiempo, como bien dices, "los sentimientos son más fuertes, más férreos", y eso es algo que quizás nos acerca más a ese sueño dorado de la infancia.
ResponderEliminarAbrazos TriniReina.
Imagino todo el amor que te hizo sentir aquella musa, y que aun sigue en ti vibrando...
ResponderEliminarBellas y sentidas letras, Rafael.
Realmente es mágico, leerte!
Besitos de mariposa.
¿Quién no ha tenido un sentimiento parecido...?, Quizás todos Diana, ¿no crees?. Expresarlo bien, es cosa de suerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Rafael,tu poema mira en perspectiva ese pasado ilusionado y lleno de emociones y vuelves a vivirlo de nuevo,vuelves a limpiar el cuadro del recuerdo y a retocar su colores..
ResponderEliminarUna maravilla mirar la belleza y sentir la esencia del Creador entre sus letras...
Mi felicitación y mi abrazo grande,poeta.
M.Jesús
La búsqueda del amor es la inquietud en los poetas. La vida, el día a día, lo que les rodea, todo ello forman un conjunto de elementos que vuelven en la noche y se desgranan en los versos.
ResponderEliminarQuizás ese es el único secreto M.Jesús.
Un abrazo para ti.
Los últimos cuatro versos, Rafael, ¡descubren tanto deñ ser! Sutiles, bellos y honestos.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias por verlo así Mafalda.
ResponderEliminarUn abrazo.