Intento traspasar con la mirada
el cerco imperceptible de la niebla,
la causa y la verdad de tus razones
negando al corazón toda evidencia.
Recuerdo aquel momento y no lo olvido,
llegabas con tus ojos de canela,
brillantes y tan llenos de alegría
que hacían que hasta el cielo se rindiera.
Hablamos y juntamos nuestras manos
charlando junto al borde de la acequia,
mezclando nuestras vidas con las aguas,
con garzas, mariposas y cigüeñas.
Soñamos, como sueñan los amantes,
creando fantasías y quimeras,
un mundo de ilusión y fantasía
ajeno a la violencia de las guerras.
Entonces cometió el gran pecado
de hablar el corazón con su torpeza,
no pude contenerlo por más tiempo
y habló con desenfreno por su lengua.
No sé lo que te dijo, no es seguro,
más sé que tú arrugaste las dos cejas,
y un halo de vacío de tus ojos
se vino hasta los míos con tristeza.
Ahora, que recuerdo aquel momento,
contemplo aquella estampa y siento pena,
te tuve tan de cerca en el abrazo
que ignoro donde estuvo mi torpeza.
No sé si en las palabras pronunciadas
carentes de futuro y de promesas,
acaso en los suspiros de mi pecho
un tanto juvenil en su inocencia.
No importa corazón, sé que es pasado,
y el tiempo no lo agita ni lo altera,
tan sólo permanecen los latidos,
resacas de la vida en sus mareas.
Galernas de un pasado que está muerto
y acaso permanece entre las venas,
cual sangre que palpita como un eco
y clama ante el Amor mientras reseca.
"...Intento traspasar con la mirada
un tiempo ya perdido entre la niebla,
entonces comprendí que no me amabas
negando al corazón esa certeza..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/06/12
La voz del POETA HONESTO siempre me conmueve.
ResponderEliminarTrsitemente dulce, hermosamente triste.
Besos, y abrazos,querido Rafael.
Disfruta tu fin de semana! (habrá montaña??)...
:)
Gracias por tu visita Martiza. ...Y no, no habrá montaña este fin de semana y bien que lo siento.
ResponderEliminarUn abrazo en la tarde.
a veces las palabras meten las patas, a veces nuestra boca se arranca con los tarros como decimos acá, y se nos confunde el amor, la pasión, la amistad, el deseo, la claridad, y nos hacemos un torbellino que gira sin control. y que arrasa con todo lo edificado
ResponderEliminarme ha pasado con personas y es triste, porque uno no sabe porqué y en qué se basan para irse por otros caminos, acaso será que uno da pistas que no debería dar?
un abrazo y feliz fin de semana Rafael
Quizás por la confianza que en un momento dado creemos tener en unas personas. Luego pasa lo que dices, y por suerte ó desgracia, los poetas dejamos muchas pistas en nuestros escritos. La pregunta es ¿cómo escribir libremente sin dejar parte nuestra en lo escrito?...
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana Elisa.
El mejor de los intentos, no importa su silencio, lo que importa lo que llegaste a sentir.
ResponderEliminarUn abrazo
¿Recibes mis comentarios?
ResponderEliminarNo logro publicar el último.
Saludos, Rafael
Buenas tardes.
ResponderEliminarDe esas visitas casi al azar,por curiosidad y aquí se queda uno.
Me encanta el ritmo de los versos,lo llano y directo,como los buenos escritores; bordando el lenguaje universal.
Reciba un cordial saludo.
Rafael,el recuerdo siempre vuelve a la orilla como las olas del mar...Queremos justificar el destino,cuando aún no sabemos sus complicados hilos...Lo cierto es, que el sentimiento no muere,duerme a veces, aletargado,esperando siempre despertar en otros ojos,en otra alma...Las personas vienen a nuestra vida y se van,ello nos duele,quizá tenemos que aprender a ser fuertes y flexibles como el junto,que se adapta a los vientos del destino.
ResponderEliminarMi felicitación por la intensidad del sentimiento y mi abrazo por tu sensibilidad,amigo.
M.Jesús
Intentar traspasar con la mirada para saber lo que el alma siente, intentar penetrar esa mirada con tus versos que llegan y se quedan, son preciosos Rafael, es un placer estar en tu rincón.
ResponderEliminarUn beso.
Sí, Alicia, recibo perfectamente tus comentarios. Un abrazo y feliz domingo.
ResponderEliminarGracias por tu visita América, así me ha permitido conocer tu Blog y esa parte dedicada a Andalucía que no conozco.
ResponderEliminarUn abrazo.
El recuerdo es como la resaca del mar que tan bien señalas M.Jesús. Con ella se van y vuelven y dejan, a veces, en la orilla, detalles y sucesos del pasado, "de nuestro pasado".
ResponderEliminarUn abrazo en esta noche.
Es difícil María ese intento y creo que lo sabes ya que tan bien escribes. De todas formas agradezco tu visita y comentario y esa "mirada" que va más allá de los versos.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.