No importa lo que digan otras lenguas
hablando por la vida de nosotros,
si acaso lo que piensen los que amamos
al ver el parpadeo en nuestros ojos.
hablando por la vida de nosotros,
si acaso lo que piensen los que amamos
al ver el parpadeo en nuestros ojos.
Debemos demostrar la valentía
en medio de este mundo que está loco,
no importa si su ritmo es tan frenético
que mezcla las sonrisas con los lloros.
en medio de este mundo que está loco,
no importa si su ritmo es tan frenético
que mezcla las sonrisas con los lloros.
Debemos conseguir estar unidos
y que hablen nuestros pechos sin sonrojo,
entonces callaremos los murmullos
que buscan la malicia tan ansiosos.
y que hablen nuestros pechos sin sonrojo,
entonces callaremos los murmullos
que buscan la malicia tan ansiosos.
Las lenguas viperinas tan activas,
los labios escupiendo mil abrojos,
las manos sudorosas del cacique
que ufano participa en el desdoro.
los labios escupiendo mil abrojos,
las manos sudorosas del cacique
que ufano participa en el desdoro.
No importa lo que digan otras lenguas
que emiten el lenguaje del beodo,
ya sé que acabarán su borrachera
en diálogo sutil y muy borroso.
que emiten el lenguaje del beodo,
ya sé que acabarán su borrachera
en diálogo sutil y muy borroso.
Debemos confiar en nuestras fuerzas,
las mismas que conviven con nosotros,
aquellas que nos dicen que adelante,
abriendo nuestros ojos legañosos.
las mismas que conviven con nosotros,
aquellas que nos dicen que adelante,
abriendo nuestros ojos legañosos.
Debemos superar tantas barreras
que llegan cada día de trasfondo,
haciendo que se nublen nuestras almas
en medio de este tiempo borrascoso.
que llegan cada día de trasfondo,
haciendo que se nublen nuestras almas
en medio de este tiempo borrascoso.
El tiempo que se marcha y que no vuelve,
el tiempo de frenéticos desdoros,
con frases que señalan y que acusan
al hombre que es paciente y que es piadoso.
el tiempo de frenéticos desdoros,
con frases que señalan y que acusan
al hombre que es paciente y que es piadoso.
"...No importa lo que digan otras lenguas
si acaso el pensamiento de los tontos,
porque ellos están cuerdos, todavía,
ajenos a este mundo tan ansioso..."
si acaso el pensamiento de los tontos,
porque ellos están cuerdos, todavía,
ajenos a este mundo tan ansioso..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/06/12
06/06/12
En verdad que debemos de huir de eso. De lo que digan los demás. Debemos de huir tanto en lo malo como, a veces, en lo bueno.
ResponderEliminarEl amor debiera estar libre de eso
Saludos
Así debe ser el amor, sin condiciones y sin estar pendiente de "lo que digan los demás".
ResponderEliminarUn abrazo TriniReina.
Dice Isabel Parra: "El amor es un camino que se recorre hasta el fin.../Conozco yo caminantes que no debieron partir./ Abre tu vida a la mía como la tierra al arado.../Cierto que me das el agua pero me niegas el pozo"...
ResponderEliminarY cierto es que para amar hay que tener OFICIO, y dedicación, VALENTÍA (a propósito de tu poema), entrega absoluta...y seguiría.
Simplemente :"El amor es un camino, que se recorre hasta el fin".
Abrazos miles, mi querido Rafael.
nada importa, solo el sentimiento que arraigado se queda dentro
ResponderEliminarun abrazo, rafael
El Amor es un camino que empezamos a recorrer el día que nacemos y que día a día vamos avanzando por el mismo con sudor, esfuerzo y todo lo que tan bien describe Isabel Parra y tú me dices Maritza.
ResponderEliminarAbrazos para ti en este miércoles.
El sentimiento está, (ó debe de estar), por encima de lo que digan otras lenguas Arena, aunque lo importante es lo que el corazón dicta en cada momento.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.
Rafael,tus versos se alzan en sentimiento y dejan atrás los murmullos y críticas vanas y vacías...El tiempo pone todo en su lugar y cuando el corazón persiste tiene su recompensa de una u otra forma,aunque sólo sea un buen recuerdo...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo grande,poeta.
M.Jesús
Pienso que todos, en algún momento de la vida, hemos tenido esa extraña sensación que intento definir en mis versos. Gracias por tu visita y comentario M.Jesús.
ResponderEliminarUn abrazo.