No quiero flores ni velas
cerca de mí, en el lecho,
ni tampoco las macetas
de jazmines y de enebros.
cerca de mí, en el lecho,
ni tampoco las macetas
de jazmines y de enebros.
Quiero tan sólo la luna
para que vele mi sueño,
mientras me canta una nana
con esos labios que veo.
para que vele mi sueño,
mientras me canta una nana
con esos labios que veo.
Quiero también a mis libros
donde bebí de sus versos,
donde aprendí que ser libre
era virtud sin defecto.
donde bebí de sus versos,
donde aprendí que ser libre
era virtud sin defecto.
Quiero de nuevo a mi barca
con su timón y sus remos,
sin capitán y con velas
y una oración cara al viento.
con su timón y sus remos,
sin capitán y con velas
y una oración cara al viento.
No quiero flores, repito,
cerca de mí, y en tus dedos,
son chirimías lascivas
con su profundo embeleso.
cerca de mí, y en tus dedos,
son chirimías lascivas
con su profundo embeleso.
Quiero la paz en el alma,
esa que dan en los cielos,
la que se viste de fiesta
en primavera e invierno.
esa que dan en los cielos,
la que se viste de fiesta
en primavera e invierno.
Quiero la voz que susurre
y que me deje su anhelo,
con un sentido suspiro
que ponga fin a mis miedos.
y que me deje su anhelo,
con un sentido suspiro
que ponga fin a mis miedos.
Quiero tu mano de nieve
para tocar con mis dedos,
a los que van en la tuya
y que acarician mi pelo.
para tocar con mis dedos,
a los que van en la tuya
y que acarician mi pelo.
No quiero flores ni honores
cerca de mí, sin saberlo,
son las medallas de barro
que hoy se dan a los muertos.
cerca de mí, sin saberlo,
son las medallas de barro
que hoy se dan a los muertos.
Quiero tu cara tan linda,
quiero tus labios tan frescos,
para beber de los mismos
dejando en ellos mis besos.
quiero tus labios tan frescos,
para beber de los mismos
dejando en ellos mis besos.
Quiero sentir a tu sangre
en el latir de mi cuerpo,
quiero también desnudarte
y dibujar en tus senos.
en el latir de mi cuerpo,
quiero también desnudarte
y dibujar en tus senos.
Quiero besar tus mejillas
y proseguir en tu cuello,
mientras la luna se apaga
y se consume de celos.
y proseguir en tu cuello,
mientras la luna se apaga
y se consume de celos.
"...No quiero flores ni velas
cerca de mí, estoy cuerdo,
porque las flores se mueren
y yo con ellas me muero..."
cerca de mí, estoy cuerdo,
porque las flores se mueren
y yo con ellas me muero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/06/12
05/06/12
pues para mi será el fuego y luego el mar o el viento de la montaña
ResponderEliminarhermoso canto donde tus deseos son sentencias para quien los ejecute
abrazo y feliz martes
Gracias Elisa por tus palabras.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz martes también para ti.
Rafael, gracias por avisarme.
ResponderEliminar¡Qué gran error, por Dios!
Que me perdone el gran poeta.
No tengo remedio::):)
No te preocupes TriniReina, nos pasa a todos. Lo que ocurre, en este caso, es que la obra de mi "paisano" (aunque nació en Madrid), la he leído infinidad de veces y esos versos me sonaban suyos. Pero confundir Fernando por José no es algo tan grave y hasta Pepe se hubiera sonreído al leer tu comentario.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.