Desnudo mi alma en este instante, sin pensarlo,
en que hago una parada en el camino.
Me miro en el espejo invisible que traza
la ventana de mi alma y veo una figura
muy borrosa que me mira.
No me gusta lo que veo entre la bruma
pues carece de rigor lo que se observa
tras la niebla.
Hay un mundo misterioso que se esconde,
una oscura realidad que me contempla,
unas sombras que protejen otras sombras
y un suspiro que me llega y no sé de donde parte.
Se me agolpan los recuerdos y entre ellos
hay rescoldos de un pasado que no muere,
que resiste los embates de las fechas,
que pervive a pesar de tantas hojas
que se van del calendario.
Veo nombres y figuras,
veo labios que musitan,
veo manos que se acercan y que toman a las mías,
veo cuerpos desnudados que me invitan,
veo ojos que me miran
y hasta besos que me llegan por el aire.
Veo senos virginales que palpitan
y susurran una dulce melodía,
veo el germen de la vida
que florece y que me llama...
Sin embargo doy la vuelta
y me vuelvo hacia el otoño.
A ese tiempo tan dorado de las hojas
de los bosques y las almas,
a esa tierna maravilla donde duermen
las estrellas y los niños,
a esa hermosa conjunción de los sentidos
de los hombres y sus almas.
...Tengo fiebre y mi locura se desborda.
Son los sueños de la infancia los que vuelven,
los que gritan y reclaman ese beso
y ese abrazo inexistente,
es el hambre tan sutil de la inocencia
quien reclama y quien me pide
ese beso deseado que no tuve.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/06/12
La vida nos llama todos los días a través de los demás,de un paisaje,de una música,de un recuerdo, es cierto...Sin embargo,cuando se ha vivido,la pisada es lenta,prudente,tranquila...Nos lleva directamente al banco del otoño,donde miramos la calidez dorada de las hojas,que el sol escribe en el libro de la vida.
ResponderEliminarA mi también me gusta el otoño,por sus colores,sus frutos,la suavidad de sus días,que se aletargan y nos acunan el alma.
Mi felicitación y mi abrazo por tu inspiración,Rafael.
M.Jesús
Es cierto que la vida nos "llama todos los días" de diferente manera y más si tenemos esa fibra invisible y sensible en el alma que nos hace sentir y vivir la poesía intensamente.
ResponderEliminarCada estación es diferente, pero el otoño es especial, como bien indicas, ¿verdad?...
Gracias por tu visita y comentario M. Jesús.
Un abrazo y el deseo de que tengas un lindo fin de semana.
Ay la vida,
ResponderEliminarun sin fin de situaciones
que se viven y recuerdan;
el otoño es otra de ellas
y deseo pasearle lentamente,
y admirar cualquier detalle,
y amar con desenfreno la existencia
hasta que,
al peinar las nieves del invierno
use mantas y así... abrigarme.
Yo también doy la vuelta y busco el otoño, siempre. Es esperanzador este regreso.
ResponderEliminarBesos
"El hambre de la inocencia" que no permite que muera nuestra esperanza.
ResponderEliminarEn ello seguimos empeñados y los versos ayudan como poco.
Abrazos
todos terminaremos con las pisadas lentas , buscando el otoño, es rayo de sol dorado donde refugiarnos
ResponderEliminarabrazos
Es bello el otoño lns y así hay que verlo y disfrutarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
El otoño es el contrapunto de la primavera Alicia.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Y tanto que los versos ayudan como poco, TriniReina!...
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es Elisa y lo sabemos desde hace tiempo, ¿verdad?.
ResponderEliminarUn abrazo en la tarde.
Hay recuerdos y sueños tan bellos que se quedan grabados en la memoria, para volver a reproducirlos las veces que hacen falta.
ResponderEliminarTus pisadas pueden ser lentas, pero dejan una enorme huella de alegría en el alma.
Abrazos alados, Rafael!
Sonrío y aqgradezco tu comentario, al leer tu comparación de mis pisadas con esa enorme huella que pueden dejar en el alma.
ResponderEliminarUn abrazo alado, también para ti, Diana.