Botoncitos dorados que acaricio
suspendidos desnudos en mis sueños,
me dejáis esa magia y fantasía
de los niños que pugnan por tenerlos.
Y mis manos se pierden sin descanso
recorriendo los pétalos serenos,
mientras siento el suspiro vacilante
y el temblor de la brisa por mis dedos.
Botoncitos rosados de la infancia
que buscaban mis labios tan sedientos,
yo quisiera de nuevo acariciarlos
con mi lengua de trapo y estraperlo.
Se quedaron por siempre retenidos
entre nanas, canciones y entre besos,
y no puedo librarme de la imagen
tan hermosa y tan suave de aquel pecho.
Botoncitos de tiernos querubines
que buscaban los ojos tan hambrientos,
más allá de sonrisas y de abrazos
en la leche materna y el silencio.
Yo quisiera volver a aquellos años,
a ese instante perdido en el recuerdo,
y quisiera escuchar aquel susurro
que cerraba mis párpados inquietos.
Botoncitos de seda y amapolas
que rocé con mis labios tan pequeños,
sin saber que la fuente de la vida
me dejaba su sabia en cada encuentro.
Nuevamente quisiera revivirlos,
trasladar a mis labios en el tiempo,
acercar a mis dedos esa fruta,
y que de ella robaran sus misterios.
"...Botoncitos de rosa y nacarados
que venís en la noche hasta mis versos,
no dudéis de dormir en mis poemas
porque yo velaré vuestros secretos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/11/12
suspendidos desnudos en mis sueños,
me dejáis esa magia y fantasía
de los niños que pugnan por tenerlos.
Y mis manos se pierden sin descanso
recorriendo los pétalos serenos,
mientras siento el suspiro vacilante
y el temblor de la brisa por mis dedos.
Botoncitos rosados de la infancia
que buscaban mis labios tan sedientos,
yo quisiera de nuevo acariciarlos
con mi lengua de trapo y estraperlo.
Se quedaron por siempre retenidos
entre nanas, canciones y entre besos,
y no puedo librarme de la imagen
tan hermosa y tan suave de aquel pecho.
Botoncitos de tiernos querubines
que buscaban los ojos tan hambrientos,
más allá de sonrisas y de abrazos
en la leche materna y el silencio.
Yo quisiera volver a aquellos años,
a ese instante perdido en el recuerdo,
y quisiera escuchar aquel susurro
que cerraba mis párpados inquietos.
Botoncitos de seda y amapolas
que rocé con mis labios tan pequeños,
sin saber que la fuente de la vida
me dejaba su sabia en cada encuentro.
Nuevamente quisiera revivirlos,
trasladar a mis labios en el tiempo,
acercar a mis dedos esa fruta,
y que de ella robaran sus misterios.
"...Botoncitos de rosa y nacarados
que venís en la noche hasta mis versos,
no dudéis de dormir en mis poemas
porque yo velaré vuestros secretos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/11/12
Qué belleza! Yo no logro separarme de la caricia sublime que da mi gota de rocío a mis dos pichones morenos.
ResponderEliminarUn abrazo!
Pues disfruta de esa caricia y nunca la olvides, ya que su recuerdo es eterno, TrovayMas.
EliminarUn abrazo y gracias por tu visita y comentario.
Maravilloso poema,RAFAEL.Muy hermoso.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Morgana, un beso y feliz lunes.
EliminarLengua de trapo y estraperlo... qué bonita imagen, y qué original.
ResponderEliminarPor cierto, amiguiño, vaya cómo vas mejorando en técnicas poéticas... El que la sigue... ya sabes.
Un abrazo.
Gracias por tu visión y comentario sobre estos versos y mis poemas Aurora. Simplemente trato de seguir escribiendo y aprender un poco más cada día, eso es algo muy importante para mi.
EliminarUn abrazo y que tengas un lindo lunes.
Así es, Rafael: Fuente de Vida.
ResponderEliminarBesos
Gracias Verónica, por ver así el contenido de estos versos.
EliminarBesos también para ti en este lunes.
Definitivamente esta es una de las mejores poesías que he leído. Me encanta el vaivén con el que te lleva esta fascinante obra literaria.
ResponderEliminarPor cierto, si necesitas imágenes gratis para acompañar tus escritos, visita mi página, (www.bancodeimagenesgratis.com) tengo miles sobre diversas temáticas. Y si puedes compartir mi página en tu blog, te lo voy a agradecer por siempre. Saludos en la distancia.
Gracias José Luis por tu visita y comentario. Ya he visitado tu página y he visto imágenes interesantes.
EliminarUn abrazo.
¡Ay Madre! Del amor hermoso. Que cosa más bonita de versos e imagen, derrochando ternura por los cuatro costados.
ResponderEliminarFenomenal poesía inspirada por esos botoncitos de seda dulce, lo has plasmado de manera magistral.
Mi enhorabuena Rafa. ¡Eres autentico! Poeta.
Gracias por compartir tan deliciosas letras, y por dejar tu huella en mi humilde huerto.
Te dejo un cálido abrazo y mi estima siempre.
Feliz semana.
Siempre es bonito visitar otros cuadernos y ver en ellos la sensibilidad que dejan, como es en tu caso, Marina.
EliminarGracias por tu visita y comentario.
Un abrazo en la noche.
Por alguna razón desconocida esas experiencias fundamentales de la infancia, parecen ocurrir fuera del tiempo, no se recuerdan con precisión.
ResponderEliminarUn texto con ternura.
Saludos Rafael.
Así es, Beatriz, entonces tenemos que recurrir a la imaginación y a la fantasía, y soñar con ellas, porque creo que merece la pena.
EliminarUn abrazo en la noche.
Ese niño interior...retorna ahora en tus versos,Rafael...y nos deja la ternura y la música del sentimiento...UNA PRECIOSIDAD,AMIGO.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo grande.
FELIZ SEMANA,RAFAEL.
M.Jesús
Creo que todos debemos intentar, que el niño/a que llevamos dentro no muera nunca, M.Jesús, ¿no crees?
EliminarUn abrazo y feliz semana también para ti.
Rafael...Perfectamente puedes escribir una Nana ,es un texto dulce,un tributo maravilloso.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Ciertamente América, este poema es casi, casi una nana. Solo falta volver a esa edad y que alguien nos la esté susurrando al oído.
EliminarUn abrazo en la noche.
Hola, Rafael:
ResponderEliminarInfinita ternura transmite tu poema, felicitaciones.
Un abrazo.
Gracias por tu comentario Rafael.
EliminarUn abrazo.
Cuanta ternura... y para algunas de nosotras cuantos recuerdos.
ResponderEliminarMuy bello mi querido Rafael, abrazos y buen inicio de semana!
Me alegro de que estos versos hayan provocado esos recuerdos positivos, Cristina.
EliminarUn abrazo y feliz semana también para ti.
Porque dan vida y ternura sin par, por eso son únicos.
ResponderEliminarGracias por esta poesía, RAfael.
Sí, Alicia, por eso y porque están siempre física y espiritualmente apoyando y dando vida a los niños.
EliminarUn abrazo en la noche.
Esa es la fuente que nos dio la vida. Un precioso poema que nos lleva a recordar el momento en que nacemos. Besos
ResponderEliminar...Y que siempre deberemos tener presentes para no abandonar esos momentos tan limpios de la infancia.
ResponderEliminarBesos también para ti en este día Alicia.