Te marchas corazón hacia la nada
y dejas en suspense los sentidos,
las olas se han quedado silenciosas
igual que las estrellas sin su brillo.
Susurran los cipreses en el campo
y lloran los gorriones en sus nidos,
las hojas de los árboles de otoño
detienen ese vuelo al infinito.
Se cierran los violines de la orquesta
y apagan los laúdes los sonidos,
el coro se retira temeroso
detrás de los telones por testigos.
Ha muerto el corazón de la esperanza,
el tiempo se ha parado y detenido,
no suenan las resacas en las aulas,
ausentes de alumnado y vocerío.
Se quedan las pizarras sin palabras
carentes de razón y contenido,
las tizas blanquecinas no contestan
y esperan a los dedos de los niños.
Esperan como esperan los amantes,
el beso y la mirada complacidos,
la mano que les roce los cabellos
y el labio que les deje su cariño.
Se aleja el corazón y se distancia,
navega y va sin rumbo definido,
no sabe de ventiscas ni galernas
y menos de funestos vaticinios.
Es fácil que tropiece y se desangre
por culpa del costado malherido,
y es fácil que se apaguen sus pupilas
si acaso no llegara a su destino.
Lo malo es que camina en el silencio,
sus pasos ya cansados van dormidos,
y así no se distinguen las pisadas
que van desde la tierra hasta el Olimpo.
Me dueles corazón, y tú lo sabes,
ahogas con tu marcha mis latidos,
el alma ya no pide, sólo implora,
y muere a mi pesar, sin dar un grito.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/11/12
y dejas en suspense los sentidos,
las olas se han quedado silenciosas
igual que las estrellas sin su brillo.
Susurran los cipreses en el campo
y lloran los gorriones en sus nidos,
las hojas de los árboles de otoño
detienen ese vuelo al infinito.
Se cierran los violines de la orquesta
y apagan los laúdes los sonidos,
el coro se retira temeroso
detrás de los telones por testigos.
Ha muerto el corazón de la esperanza,
el tiempo se ha parado y detenido,
no suenan las resacas en las aulas,
ausentes de alumnado y vocerío.
Se quedan las pizarras sin palabras
carentes de razón y contenido,
las tizas blanquecinas no contestan
y esperan a los dedos de los niños.
Esperan como esperan los amantes,
el beso y la mirada complacidos,
la mano que les roce los cabellos
y el labio que les deje su cariño.
Se aleja el corazón y se distancia,
navega y va sin rumbo definido,
no sabe de ventiscas ni galernas
y menos de funestos vaticinios.
Es fácil que tropiece y se desangre
por culpa del costado malherido,
y es fácil que se apaguen sus pupilas
si acaso no llegara a su destino.
Lo malo es que camina en el silencio,
sus pasos ya cansados van dormidos,
y así no se distinguen las pisadas
que van desde la tierra hasta el Olimpo.
Me dueles corazón, y tú lo sabes,
ahogas con tu marcha mis latidos,
el alma ya no pide, sólo implora,
y muere a mi pesar, sin dar un grito.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/11/12
Realmente estremecedor poema. Se queda uno mudo, suspendido. Una nada muy bien lograda ( si es que eso es posible).
ResponderEliminarSaludos cordiales
Se trata de llegar y entender lo imposible Natalia, algo no siempre fácil.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Un poema que me tocó el corazón,Rafael.
ResponderEliminarMuy bueno.
Besos.
Cuando el corazón se duele, el alma parece que, por respeto hacia el, ivernara.
ResponderEliminarPero siempre amanece, hasta en los corazones más castigados.
Saludos
Un poema de despedidas, amigo mío, y como casi todas las despedidas, que van acompañadas del dolor de la marcha , así son hoy tus versos.
ResponderEliminarAbrazos y un feliz día Rafael
FINA
Se capta muy bien todo lo que quieres decir. Esa tristeza que se hereda al perder a alguien muy querido y la herida abierta que queda representada en el corazón.
ResponderEliminarLa tristeza hermana.
Un abrazo muy fuerte, poeta de las galernas.
Gracias Morgana por que este poema te hiciera sentir de esa manera.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.
Si, TriniReina, siempre amanece a pesar de todo.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.
Es un poema con un grito, un dolor que sale del pecho.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.
Gracias por tu comentario Ohma y por lo que el mismo me dice.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día galleguiña.
Qué triste es estar tan herido y que los pasos no lleven a ninguna parte.
ResponderEliminarY aún así, qué hermoso y enorme queda en un poema...
Besos
Quizás porque el poema es vida y parte de la vida son sus letras Verónica.
ResponderEliminarUn abrazo en la tarde.
Gran poema, cuando el corazon esta herido, es dificil arrancarle un latido, pero las heridas se curan y ese corazon volvera con gran latido. Besos
ResponderEliminarUn poema de tristezas,de nostalgias y de ausencias.Me han gustado mucho las tres primeras estrofas.
ResponderEliminarSaludos Rafael.
Gracias _Alicia por tus buenos deseos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por tu visión y comentario Jerónimo. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy sentido poema, Rafael!
ResponderEliminarHas plasmado muy bien, lo que siente el corazón ante una despedida.
Besos y abrazos alados!!!
Gracias Diana por entender el contenido de mis versos.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.
Un grito de nostalgia y dolor...A veces la vida nos acerca a personas y después nos las quita...Ello prueba nuestra fortaleza y nuestro corazón,que le aleja de nosotros...y las siguen en el tiempo y en la distancia...
ResponderEliminarMi felicitación por la belleza en la forma y en el contenido,Rafael.
M.Jesús
Gracias M.Jesús porque es tal y como bien dices. La vida nos acerca y nos aleja de personas y también de ese corazón citado en los versos.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso.