En la fábrica del sueño
se acumulan nubarrones,
unos buenos y otros malos
porque somos soñadores.
Hay payasos con caretas
y con largos pantalones,
y con caras sonrientes
muy pintadas de colores.
Hay estrellas que salpican
en el cielo por la noche,
y una nube sonrojada
que tras ella las esconde.
Hay canciones en el campo
de cigarras tan conformes,
que dan gracias a la vida
y a los niños que las oyen.
Hay pegasos en las ferias,
caballitos trotadores,
que no saben de batallas
y dan vueltas, a su trote.
Hay juguetes esperando
a la mano que los tome,
bicicletas, tirachinas,
cochecitos y camiones.
Hay un mundo diferente
de mujeres y de hombres,
donde impera la alegría
entre niños y mayores.
Hay jardines con rosales,
entre hayedos y entre robles,
donde alondras y jilgueros
dejan vida en sus canciones.
Hay perfectas marionetas,
sentimientos monocordes,
y una paz que va en las almas
disolviendo las pasiones.
Hay mil sueños escondidos
sin billetes y en desorden,
en el pecho que suspira
con temor a que le roben.
Hay sonidos agridulces
de sirenas y gorriones,
que han surgido de los versos
y del néctar de las flores.
Hay un sol que ya se apaga
sobre un lago y unos montes;
y una rosa y una rama
a sus rayos que recogen.
"...En la fábrica del sueño
van surgiendo mil rumores
y la vida continúa,
entre sueños e ilusiones..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/11/12
se acumulan nubarrones,
unos buenos y otros malos
porque somos soñadores.
Hay payasos con caretas
y con largos pantalones,
y con caras sonrientes
muy pintadas de colores.
Hay estrellas que salpican
en el cielo por la noche,
y una nube sonrojada
que tras ella las esconde.
Hay canciones en el campo
de cigarras tan conformes,
que dan gracias a la vida
y a los niños que las oyen.
Hay pegasos en las ferias,
caballitos trotadores,
que no saben de batallas
y dan vueltas, a su trote.
Hay juguetes esperando
a la mano que los tome,
bicicletas, tirachinas,
cochecitos y camiones.
Hay un mundo diferente
de mujeres y de hombres,
donde impera la alegría
entre niños y mayores.
Hay jardines con rosales,
entre hayedos y entre robles,
donde alondras y jilgueros
dejan vida en sus canciones.
Hay perfectas marionetas,
sentimientos monocordes,
y una paz que va en las almas
disolviendo las pasiones.
Hay mil sueños escondidos
sin billetes y en desorden,
en el pecho que suspira
con temor a que le roben.
Hay sonidos agridulces
de sirenas y gorriones,
que han surgido de los versos
y del néctar de las flores.
Hay un sol que ya se apaga
sobre un lago y unos montes;
y una rosa y una rama
a sus rayos que recogen.
"...En la fábrica del sueño
van surgiendo mil rumores
y la vida continúa,
entre sueños e ilusiones..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/11/12
Los sueños son los únicos que nos llevan a lugares mágicos e imposibles.
ResponderEliminarBesos,Rafael.
Por eso es necesario tener viva la "fábrica de los sueños", Morgana, ¿no crees?
EliminarBesos también para ti.
Sueños fabricados de todos los colores y sabores, en los que cada uno es el director y protagonista de sus sueños, pintándolos como más nos guste.
ResponderEliminarMuy bello tu poema, Rafael, está escrito con ilusiones de colores.
Un beso.
Así debería de ser María y ¡ojalá todos pudiéramos fabricar nuestros propios sueños, con esos colores y sabores, y a la vez ser los directores de los mismos.
EliminarUn abrazo.
En la fabrica de sueños todo puede suceder, disfrutemos de esos sueños. Besos
ResponderEliminarComo tú dices, Alicia, en esa fábrica todo es posible.
EliminarBesos en la tarde-noche.
Tantos sueños como vidas y mundos.
ResponderEliminarDe todo hay.
Besos
Nunca lo dudes Verónica, porque es así.
EliminarBesos en la tarde.
Yo quisiera que los sueños nunca se extingan, que la fábrica los genere en grandes cantidades... sirven para mantener el alma con esperanza y alegría.
ResponderEliminarPrecioso post mi querido Rafael, un placer leerte!
Te dejo un fuerte abrazo.
Pues si queremos conservarlos vivos, de ti y de cada uno de nosostros depende, Cristina, ¿no crees?.
EliminarUn abrazo en la tarde-noche.
En la fabrica del sueño, todo es posible y accesible, no hay limitaciones, ni restricciones, solo imaginación y sentimiento.
ResponderEliminarLindas letras, Rafael.
Besitos dulces de mariposa.
Solo las que las alas de una mariposa impongan Diana, lo demás todo es posible.
EliminarBesitos también para ti.
Una fábrica de maravillas que no siempre apreciamos.
ResponderEliminarSaludos Rafael.
Totalmente de acuerdo Jerónimo, así que "sintamos un poco más la vida y los sueños"
EliminarUn abrazo en la tarde-noche.
¿Que sería de nosotr@s sin nuestra fabrica de sueños? Son los que nos impulsan a seguir caminando, son nuestras alas; de grandes y pequeños...
ResponderEliminarLa ilusión revolotea por tu poema, me ha gustado mucho.
Un abrazo y feliz noche
Para algunos son todo Angeles. Gracias por tu visita y comentario.
EliminarUn abrazo y feliz noche también para ti.
Son una pasada de bonitos tus versos: Que además van cantando verdades de sueños e ilusiones.
ResponderEliminar¿Que no nos falten, son tan necesarios para seguir viviendo?... Sin ellos la vida no tiene sentido.
Ha sido un placer pasar a leerte.
Te dejo mi gratitud y mi estima. Un beso y se feliz.
Gracias Marina y que no nos falten los sueños. Hagamos lo imposible por mantenerlos vivos en nuestra alma.
EliminarUn beso con un deseo de felicidad también para ti.
Mientras el hombre sueñe...vive,Rafael.
ResponderEliminarPreciso poema,que nos hace danzar en la feria de la vida.
Mi gratitud y mi abrazo por tu maestría y buen hacer.
M.Jesús
Todo eso tenemos y llevamos en la fábrica de los sueños, a través del tiempo, M. Jesús.
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo en la noche.