Aprendí a vivir descalzo
entre llantos y suspiros
y una vez, mirando al cielo,
tuve un sueño muy bonito.
Allí estaba con mis ojos,
soñolientos y de niño,
destilando las pupilas
gotas agrias de rocío.
Yo buscaba simplemente
unos besos prometidos,
unos dedos cariñosos
que rozaran mis carrillos.
Mas, tan solo, fue el silencio
el que vino como amigo,
con su abrazo solitario
y también con su quejido.
Aprendí a vivir descalzo,
hoy de nuevo lo repito,
entre arenas y entre el polvo
recorriendo mil caminos.
Yo buscaba, como tantos,
la delicia de los libros,
en los cuentos y leyendas
y en sus versos con sentido.
Y soñé con Blanca Nieves
y jugué con enanitos,
persiguiendo a los corsarios
y piratas berberiscos.
En la orilla de las fuentes
he probado de sus grifos,
y he calmado la secura
con el agua que he bebido.
Aprendí a vivir descalzo
a pesar de tener frío,
en invierno, con el hielo,
caminando hacia el molino.
Allí fueron soledades
y susurros de los grillos,
al amparo de una causa
y unos sueños con cariño.
Porque estaba enamorado,
y eso tengo que admitirlo,
de unos ojos muy preciosos
subyugantes y ladinos.
Mas también me apasionaban
el placer de tus latidos,
y unos labios suspirando
que quería fueran míos.
"...Aprendí a vivir descalzo
y temblé como un bendito,
cuando vi que tus sandalias
no eran parte de mi sino..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/10/13
entre llantos y suspiros
y una vez, mirando al cielo,
tuve un sueño muy bonito.
Allí estaba con mis ojos,
soñolientos y de niño,
destilando las pupilas
gotas agrias de rocío.
Yo buscaba simplemente
unos besos prometidos,
unos dedos cariñosos
que rozaran mis carrillos.
Mas, tan solo, fue el silencio
el que vino como amigo,
con su abrazo solitario
y también con su quejido.
Aprendí a vivir descalzo,
hoy de nuevo lo repito,
entre arenas y entre el polvo
recorriendo mil caminos.
Yo buscaba, como tantos,
la delicia de los libros,
en los cuentos y leyendas
y en sus versos con sentido.
Y soñé con Blanca Nieves
y jugué con enanitos,
persiguiendo a los corsarios
y piratas berberiscos.
En la orilla de las fuentes
he probado de sus grifos,
y he calmado la secura
con el agua que he bebido.
Aprendí a vivir descalzo
a pesar de tener frío,
en invierno, con el hielo,
caminando hacia el molino.
Allí fueron soledades
y susurros de los grillos,
al amparo de una causa
y unos sueños con cariño.
Porque estaba enamorado,
y eso tengo que admitirlo,
de unos ojos muy preciosos
subyugantes y ladinos.
Mas también me apasionaban
el placer de tus latidos,
y unos labios suspirando
que quería fueran míos.
"...Aprendí a vivir descalzo
y temblé como un bendito,
cuando vi que tus sandalias
no eran parte de mi sino..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/10/13
el caso es aprender, y llegar a ser lo que eres, y ser así, un cielo de persona.
ResponderEliminarPor eso todo es bueno, todo sirve.
Un beso grande.
Gracias Misterio. Un beso grande también para ti en la noche.
EliminarUn sueño te puede envolver y quitar el frío, una mirada te deja un estigma en el alma difícil de borrar, un susurro se impregna en tu piel y de madrugada repta suave por todo tu ser y cuando deambulas descalzo, vas dejando huellas de tu esencia perceptibles para un ser sensible que en cada estela se une más a tus latidos.
ResponderEliminarDesde esta mañana que vi tu comentario me ha parecido hermoso, ahora que veo es un poema te digo que es de lo mejor que te he leído.
Un beso para tu noche Rafael.
Gracias por tu comentario Ame. Tus letras las hago mías.
EliminarUn beso en la noche.
El que aprende a estar descalzo, ya lo aprendio todo en la vida.
ResponderEliminarUn abrazote en la noche canadiense
Quizás es así, como bien dices Natalia.
EliminarUn abrazo desde España.
Hay mucha belleza en tu poema, Un abrazo, feliz semana, Rafa. Y un beso.
ResponderEliminarGracias Amapola.
EliminarUn beso y feliz semana también para ti.
qué cosa más rica es andar descalzo!!!
ResponderEliminarlástima que seamos tan protocolizados y burocráticos en todos los ámbitos de la adultez
abrazos
Sonrío Ely, y pienso que es por eso, quizás por ser mayores que estamos tan burocratizados.
EliminarUn abrazo en la noche.
Rafael
ResponderEliminarRomántico y melancólico, versos al desamor, tan intensos como hermosos, sin duda existe el destino, esa parte que escapa de nuestras manos y de nuestros máximos esfuerzos.
Un abrazo poeta.
Sí, América, seguro que es como bien indicas en tu comentario.
EliminarUn abrazo.
Aprendemos a caminar descalzos y por encima de la piedras.
ResponderEliminarBesucos, Rafael.
Cierto galleguiña, no queda otra que seguir a pesar de todo.
Eliminar"Besucos" también para ti.
dulces huellas que dejaron tu niñez, dulces que se dejó ese amor tan bonito y tus letras las recuerda con cariño , precioso poema lindo mucha música en ellas un abrazo grande desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias, como siempre, por tu comentario Bea.
EliminarUn abrazo desde el cantábrico.
Aprender a vivir descalzo es aprender a ser sencillo y humilde, Rafael...Y desde esa sencillez valorar la vida y el sentimiento, como tu sabes hacerlo a través de tus versos, amigo.
ResponderEliminarMi felicitación y un beso madrileño.
M.Jesús
Gracias por tu comentario y felicitación M.Jesús.
EliminarUn abrazo desde Cantabria.
"TERNURA", que más puede decir, tus versos me han infundido ternura. La ternura de un niño grande que descubre que en la vida no siempre las sandalias queridas estan a nuestro alcance.
ResponderEliminarP.D
Con todo mi cariño va eso de niño grande, Rafael. De hecho es hermoso continuar siendo un niño/a grande por muchos años que pasen.
Feliz noche y que descanses
Fina
Pienso y sueño como tú Fina, en ese niño/a "grande por muchos años que pasen"
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Rafel antes de nada pedirte disculpas por el tiempo sin pasarme, ains...que poco tiempo tengo estos días para las cosas que tanto me gustan, como leerte.
ResponderEliminarEn esta ocasión no sólo me ha gustado este recorrido por la vida, este ir aprendiendo, este gran poema, para colmo he aprendido algo gracias a él, gracias a ti, desconocía la palabra secura.
Dicho esto, gracias dobles, una por la clase y otra por este bello recorrido.
No me des las gracias Miguel, ya que todos los días, trato de aprender algo también de vosotros y de todo lo que me rodea.
EliminarUn abrazo.
Tus poemas son historias construidas con pilares de valores y sentimientos nobles. En todos ellos queda una sensación de haber estado adentro, viviendo algo muy propio.
ResponderEliminarUn abrazo amigo y te felicito por tus creaciones.
Gracias por esa visión tan particular de mis versos Paty.
EliminarUn abrazo sincero querida amiga.