Ya todo se va borrando
lentamente en el recuerdo,
así se olvidan las risas,
los suspiros y lamentos.
Se borra, sin dejar sombra,
todo rastro de sucesos,
y hasta se pierden las huellas
de los pasos en el tiempo.
Quise subirme a las nubes
y alcanzar a los luceros,
pero detuve mis ganas
para dormir un momento.
Y allí quedé con las nubes
en lo alto de los cielos,
como si fuera el vigía
de un gigante atalayero.
Quise sentir los latidos
del cronómetro perfecto,
con el tic-tac presuroso
de un ferviente relojero.
Pero quedé entristecido,
con los ojos muy abiertos,
ya que el reloj de la torre,
que buscaba, está en silencio.
Quise pintar las resacas
y plasmarlas en los lienzos,
para robar los colores,
azul verde, con sus besos.
Pero las olas sin nombre
traicionaron mis deseos,
y me dejaron los grises
y los blancos en sus versos.
Quise aspirar el perfume
de la luna y sus cabellos,
para embriagar a mi alma
de mil leyendas y cuentos.
Pero la luna de plata
nunca salió de paseo
y me quedé sollozando
mientras temblaban mis dedos.
Quise acercarme a tu lado
y trasladarte al cuaderno,
para que fueras conmigo,
siempre y en todo momento.
Pero, de pronto, marchaste
sin anunciar tu regreso,
y aquí, me encuentro esperando,
entre la bruma y el viento.
"...Ya todo se va borrando
lentamente, mientras muero,
así se olvidan sonrisas,
las miradas y los nervios.
Se borran, sin dejar sombra
los susurros, y el "te quiero",
pronunciados tantas veces
y que duermen en silencio..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/10/13
lentamente en el recuerdo,
así se olvidan las risas,
los suspiros y lamentos.
Se borra, sin dejar sombra,
todo rastro de sucesos,
y hasta se pierden las huellas
de los pasos en el tiempo.
Quise subirme a las nubes
y alcanzar a los luceros,
pero detuve mis ganas
para dormir un momento.
Y allí quedé con las nubes
en lo alto de los cielos,
como si fuera el vigía
de un gigante atalayero.
Quise sentir los latidos
del cronómetro perfecto,
con el tic-tac presuroso
de un ferviente relojero.
Pero quedé entristecido,
con los ojos muy abiertos,
ya que el reloj de la torre,
que buscaba, está en silencio.
Quise pintar las resacas
y plasmarlas en los lienzos,
para robar los colores,
azul verde, con sus besos.
Pero las olas sin nombre
traicionaron mis deseos,
y me dejaron los grises
y los blancos en sus versos.
Quise aspirar el perfume
de la luna y sus cabellos,
para embriagar a mi alma
de mil leyendas y cuentos.
Pero la luna de plata
nunca salió de paseo
y me quedé sollozando
mientras temblaban mis dedos.
Quise acercarme a tu lado
y trasladarte al cuaderno,
para que fueras conmigo,
siempre y en todo momento.
Pero, de pronto, marchaste
sin anunciar tu regreso,
y aquí, me encuentro esperando,
entre la bruma y el viento.
"...Ya todo se va borrando
lentamente, mientras muero,
así se olvidan sonrisas,
las miradas y los nervios.
Se borran, sin dejar sombra
los susurros, y el "te quiero",
pronunciados tantas veces
y que duermen en silencio..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/10/13
al final eso somos un borrón
ResponderEliminarhasta en la de la sepultura...
abrazos
Un borrón en la inmensidad de la vida Ely, sólo eso.
EliminarUn abrazo en la noche.
Cuanta tristeza bordas en tus versos. Es mejor haber intentado que vivir siempre con la incógnita. Tu tienes el timón de tu Barca. Sentimientos nobles en un lindo poema.
ResponderEliminarFeliz domingo...abrazos Rafael .
Gracias por tus palabras y comentario Ceciely.
EliminarUn abrazo en la noche.
Bello poema, Rafael, como siempre. Saludos desde aqui, EEUU.
ResponderEliminarGracias Noris. Un abrazo desde España.
EliminarMe recuerda una frase de AnGel HeeRnaandeez Hueerthaa
ResponderEliminar"Amé tu pasado, pero tú cambiaste tu presente y ya no me encuentro en tu futuro…
Cariños....
Interesante frase y muy profunda. Oriana.
EliminarUn abrazo.
Todo se va borrando en el recuerdo...
ResponderEliminarla nitidez desaparece, pero no los sentimientos¡¡
Bellisima poesía, con tu permiso me quedo en tu rincón.
Besos muchos ♥♥♥
Gracias por tu visita y comentario Tramos. "Mi rincón", es tu rincón, si así lo prefieres, y el de todos que se acercan al mismo.
EliminarUn abrazo.
El paso del tiempo . . . ese canalla que va sembrando nuestro camino de olvidos ... en el tiempo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Cierto Paco, pero nada podemos hacer para evitarlo.
EliminarUn abrazo.
Sí, el tiempo, quizá no borra las cosas; pero sí las difumina...
ResponderEliminarEs así la vida, llegarán nuevas ilusiones.
Muchos besos.
Estamos a su merced Misterio, no queda otra.
EliminarUn beso.
Me dejas pensando... ¿acaso podemos olvidar tanto?
ResponderEliminarCreo que ni en poemas lo hacemos.
Saludos
Es verdad Verónica, quizás buscamos la justificación, precisamente, en los poemas.
EliminarUn abrazo.
Romances que resumen historia e historias que nos enseñan caminos en otras huellas e experiencias. ¿Sabes? No creo que nada duerma en silencio sólo se concentra en la memoria individual el recuerdo y el no enmudece porque tiene autor que sabe contarnos lo que observa, conoce y guarda. Un cordial saludo amigo mío.
ResponderEliminarTu reflexión siempre profunda y acertada Elisa. Gracias por ella y por tu amistad.
EliminarUn abrazo en la noche.
La luna llena nos deja indefensos, pero pasará y de nuevo despertar.a la vida.
ResponderEliminarMavi
Seguro que sí, Mavi. ya lo verás.
EliminarUn abrazo.
uuffff o nublado quien sabe a veces borrado y te vas secando sin querer muy bello poema con dejos de tristezas , un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarUn abrazo desde el cantábrico Bea y el deseo de que hayas disfrutado de un lindo domingo.
EliminarLo que se ha vivido con intensidad no se borra, no muere, Rafael, permanece grabado en el alma y en el corazón y siempre retorna de una u otra forma...
ResponderEliminarMuy bello tu poema, amigo.
Mi gratitud y mi abrazo inmenso por compartir.
M.Jesús
Gracias por tu comentario M.Jesús.
EliminarUn abrazo.