Reparo corazones ya gastados,
decía aquel poeta a las estrellas,
reparo la sonrisa de los labios
y limpio telañaras y mil penas.
Ignoro los motivos que tenía
el hombre soñador de las mareas,
el niño que buscaba con sus manos
un mundo de emoción entre las letras.
Ignoro si era un hombre enamorado,
un simple trovador de las praderas,
el joven que buscaba mariposas
o el hombre que ha perdido la cabeza.
Por eso me sonrío, ante el recuerdo,
la voz que proclamaba aquella escena,
la mano que ofrecía mil caricias
del hombre soñador con sus poemas.
Reparo corazones solitarios,
decía y repetía en cada puerta,
ventanas que a su paso se cerraban
y sombras que acechaban tras las rejas.
Y el niño soñador e incomprendido
buscaba por los mares las sirenas,
las mismas que dejaron mil canciones
a Ulises, navegando en su trainera.
Los hados y las ninfas se confunden
formando confusión y polvaredas,
neblinas de pasados y recuerdos
con gracia y con ternura en sus esencias.
Pequeños surtidores que regaban
las nubes más oscuras y diversas,
llenando de emoción y de misterio
las almas soñadoras tan inquietas.
"...Reparo corazones malheridos,
decía aquel poeta, puerta a puerta,
ya saco los espinos de las rosas
y ofrezco la ilusión que tú deseas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/11/14
decía aquel poeta a las estrellas,
reparo la sonrisa de los labios
y limpio telañaras y mil penas.
Ignoro los motivos que tenía
el hombre soñador de las mareas,
el niño que buscaba con sus manos
un mundo de emoción entre las letras.
Ignoro si era un hombre enamorado,
un simple trovador de las praderas,
el joven que buscaba mariposas
o el hombre que ha perdido la cabeza.
Por eso me sonrío, ante el recuerdo,
la voz que proclamaba aquella escena,
la mano que ofrecía mil caricias
del hombre soñador con sus poemas.
Reparo corazones solitarios,
decía y repetía en cada puerta,
ventanas que a su paso se cerraban
y sombras que acechaban tras las rejas.
Y el niño soñador e incomprendido
buscaba por los mares las sirenas,
las mismas que dejaron mil canciones
a Ulises, navegando en su trainera.
Los hados y las ninfas se confunden
formando confusión y polvaredas,
neblinas de pasados y recuerdos
con gracia y con ternura en sus esencias.
Pequeños surtidores que regaban
las nubes más oscuras y diversas,
llenando de emoción y de misterio
las almas soñadoras tan inquietas.
"...Reparo corazones malheridos,
decía aquel poeta, puerta a puerta,
ya saco los espinos de las rosas
y ofrezco la ilusión que tú deseas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/11/14
Mira lo que has logrado con tus letras sacarme una sonrisa y entrar al mundo mágico, gracias precioso s versos, sentido, sabio y dulce poema amigo, un abrazote desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por tus palabras Bea.
EliminarUn abrazo y feliz domingo.
Buenos dias...es que la mano del poeta escribe mas que palabras ...le dicta el corazón.
ResponderEliminarFeliz dia con un abrazo.
Marina
Gracias por verlo así Marina.
EliminarUn abrazo en la noche.
Alguien así iba a tener mucho trabajo querido Rafael, :)
ResponderEliminarUn abrazuco bien grande.
Sonrío galleguiña y pienso como tú, pero...
Eliminar"Un abrazuco" también para ti.
Que bueno sería tener un reparador de corazones, delicioso escrito que nos brindas.
ResponderEliminarUn abrazo
Seguro que ese reparador de corazones todos le hemos solicitado alguna vez en la vida Esencia.
EliminarUn abrazo en la noche.
Todos Rafa, nadie estamos libres de sentir el corazón malherido, todos los días dejamos pedacitos de corazón, de nuestro corazón, pero siempre volvemos a vivir lo hermoso que nos da la vida.
ResponderEliminarTo da va Rafa, despacio, pero va.
Hermoso poema, un abrazo y.un beso.
Eso es lo importante Lore, que "todo vaya" y que siga bien.
EliminarUn abrazo en la noche.
No hay mejor oficio que ser reparador de corazones…
ResponderEliminarSeguro que era un hombre enamorado de la vida
Muy bonito, muchos besos.
¡Ojalá existiera ese oficio Sakkarah!
EliminarUn beso.
Eso es porque tu corazón está sano, Besos.
ResponderEliminarLindo gesto¡
Gracias por tus palabras Amapola.
EliminarBesos.
Qué bueno sería que un reparador de corazones pudiera hacer magia con las penas que están allí abrigadas.
ResponderEliminarPrecioso poema Rafael.
Besos
Seguro que sí Luján, pienso igual.
EliminarBesos.
Qué bonita profesión poética la de reparador de corazones,
ResponderEliminarEs una imagen con mucha fuerza.
Bss
Gracias por apreciarla así Carmen.
EliminarBss.
Tu poema tierno tambien repara los corazones a quienes te leemos.
ResponderEliminarun abrazo
Si lograra algo parecido maduixeta, sería la persona más feliz del mundo, pero soy simplemente un escritor anónimo, como tú y como tantos, que necesita escribir.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Me ha encantado tu poema
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario ahlamysar
EliminarUn saludo