El corazón
no tiene sentimientos,
con el dolor.
Entonces ríe,
alegra bien el alma
y sé feliz.
Aguanta el miedo,
enfréntate a las dudas.
¡Sigue adelante!
Mira la flor
temblando en la maceta.
Está feliz.
Es por el viento,
que mueve así sus hojas,
y sus latidos.
No te confundas,
las flores también sienten,
igual que tú.
También los ríos
escapan presurosos
y cauce abajo.
En los meandros
recobran el aliento
y algo de paz.
Piensa en la vida
que tienes a tu lado.
¡Vale la pena!
Rafael Sánchez Ortega ©
25/12/19
Ay el corazón, que tiene hasta algunas neuronas para que pueda pensar a veces :-)
ResponderEliminarUn abrazo y por el corazón.
Y que nunca le falten, Albada Dos.
EliminarUn abrazo en la tarde.