Por la calle pasa un perro,
muy despacio y, con su lengua,
va buscando un poco de agua
a la fuente que está cerca,
y de pronto un gato avieso
se le cruza y atraviesa
en lo ancho del camino
y hasta emprende la carrera,
el buen perro, indiferente,
se sacude la pereza
y prosigue su andadura
por la sed que le atormenta,
pero el gato, muy travieso,
busca lucha y quiere guerra,
y persigue a nuestro perro
dando giros y mil vueltas...
Hay un niño, muy nervioso,
que en la playa corre y juega,
intentando que a los cielos
suba y vuele su cometa,
pero el perro, ya cansado,
va y se lía con las cuerdas
de ese niño que intentaba
dar al cielo una sorpresa,
y hasta el gato, sorprendido,
se sorprende al ver la fiesta
del cometa por el suelo
y del niño y su rabieta,
pero entonces salta el perro
y hasta muerde en una oreja
a ese gato tan travieso
que encandila y busca gresca...
Resumiendo, que estos versos
no contienen moralejas,
y son solo unas palabras,
y un conjunto de entelequias
Rafael Sánchez Ortega ©
10/01/20
Preciosos tus poemas cargados de infancia.
ResponderEliminarAdoro esa época de la vida.
Un abrazo.
Gracias Luján, me alegro de que te gusten.
EliminarUn abrazo.
Que linda es la época infantil, donde la inocencia es la materia prima del ese ser que empieza a despertar..Me gusto esa sensibilidad que has puesto en él .
ResponderEliminarUna feliz noche .
Gracias Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Unos versos que han creado una situación graciosa,como un cuento alegre y simpático
ResponderEliminarSeguro que lo pasaste bien escribiéndolo
Besucos gatunos
Gó
Sí, Gó, a veces hay que buscar la sonrisa en los versos.
EliminarUn abrazo y "besucos gatunos" también para ti.
Cuándo no... perros y gatos peleando.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso dice el refrán, Rafael.
EliminarUn abrazo.
Me he puesto a jugar yo también . Besos.
ResponderEliminarGracias Laura.
EliminarBesos.
Me ha gustado mucho tu poema. Por sacarle un pero, que no sé si se me permite, me despista el cometa en masculino, ya que te refieres a la cometa en femenino, creo. Cosa de fácil arreglo para no perder métrica.
ResponderEliminarQuiero concluir diciendo, que me ha encantando la escena que narras, y mucho.
Gracias dintel, y sí, es cierto lo que indicas. Cometa astral es masculino y "cometa", como juguete es femenino, como indicas. Ya he corregido este fallo, así que agradezco tu comentario.
EliminarUn saludo.
Bueno, para ser sin pretensiones ni moraleja ni final con perdices, te ha quedao un canto a un hecho cotidiano, que lleva dentro las personalidades de gato, perro y niño con cometa:-)
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Albada Dos, me alegro de que te guste.
EliminarUn abrazo.
¡¡Qué bonito!! Se lee sonriendo... Un romance maravilloso, Rafael.
ResponderEliminarBesicos.
Gracias Galilea.
EliminarBesicos.
Me han entrado ganas de ponerme a jugar, pero en la oficina, jaja...
ResponderEliminarUn placer leerte.
Feliz día Rafael.
Me alegro de lo que dices Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz miércoles.
No tendrán moraleja, pero es un poema lleno de ternura que saca sonrisas.
ResponderEliminarToda una historia versada, Rafael :)
Abrazo.
Me alegra esa sonrisa tuya que dices, Verónica.
EliminarAbrazo.