Y tu mirada
será como una estela
en cada noche.
Y por el día
vendrá siempre conmigo
entre mis ojos.
Esa mirada
cargada de legañas
y de suspiros.
Me perderé
por sendas y caminos,
sin tus pupilas.
Quiero su luz,
el faro que me guíe
hasta mi casa.
Quiero tu mano,
los dedos que me digan
que van conmigo.
Y entre mis sueños
se quedarán la estela
de tu mirada.
Esa sonrisa,
tu voz y tu palabra,
y hasta un susurro.
Porque te quiero,
me dice el corazón,
"y sin palabras"
Rafael Sánchez Ortega ©
29/12/19
Ole que sí, hasta con legañas, las miradas que calan, te calan hasta los huesos.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz noche
Siempre hay que hacer caso al corazón ..y dejarte guiar por esa mirada y esa mano .
ResponderEliminarUn abrazo Rafael .
Cierto, Campirela.
EliminarUn abrazo.
Cuando el corazón habla sobran las palabras.
ResponderEliminarMaravilloso poema, Rafael.
Cierto Galilea.
EliminarUn abrazo y gracias.
Sin palabras. A veces una mirada basta para despertar un corazón dormido. Bello poema Rafael.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Hay que escuchar al corazón de forma prioritaria, nada nos puede decir tanto.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día Rafael.