Por aquel camino,
de la vieja senda,
caminé despacio
y llegué a la aldea,
era el fiel terruño
donde yo naciera
con un puerto al lado
y una playa cerca,
regresé desnudo
y doblé las piernas
al mirar mi casa
y tocar su puerta,
porque allí tenía
a mi vida entera,
con risas y llantos
y esperanza eterna...
Escuché ladridos
y campanas cerca
que así me llevaron
a la torre vieja,
y vi las señales
y el reloj de piedra
muy cerca, en la entrada
de la angosta iglesia,
y dentro, en los bancos
estaba la esencia,
la imagen amada,
que tanto me diera,
volvían los sueños,
también la inocencia,
estabas en ellos,
abuela coqueta...
"...En aquel camino
se forjó un poema,
lleno de recuerdos,
jaranas y ferias..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/01/20
Paisaje de rural encanto, tal vez de recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo
Siempre llevan recuerdos, Albada Dos.
EliminarUn abrazo.
Lindo poema Rafael, un abrazo.
ResponderEliminarMe ha venido a la mente una canción que se la oía cantar a mi madre alguna vez...Por aquel camino verde...Este otro camino me ha encantado Rafael.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, recuerdo esa canción, Carmen.
EliminarUn abrazo.
Muchas veces los caminos escriben poemas dejando una huella es la misma que la crea, precioso Feliz domingo un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarCierto Bea.
EliminarUn abrazo.