Suenan campanas.
Animan la mañana.
Llaman a misa.
Se ve el rocío,
en campos y jardines,
y el manto blanco.
Se escucha el mar,
llegando hasta la playa
en un murmullo.
Empieza el día,
un tanto perezoso
y dormilón.
Empieza el año
cubierto de ilusiones
y de inocencia.
Y empiezas tú,
de nuevo, otro poema,
con otros versos.
Y buscarás
la vida y sus latidos,
tan tercamente.
Habrá sonrisas,
mezcladas con los llantos,
en confusión.
Y encontrarás,
tal vez, lo que tú buscas,
¡cerca, muy cerca!
Rafael Sánchez Ortega ©
01/01/20
Bonitos y esperanzadores versos en haiku.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Rafael.
EliminarUn abrazo.
sea donde sea que este presto atención a las cantidades de las campanadas por la hora.Cuando no se corresponde me pregunto a que harán referencia. Saludos
ResponderEliminarGracias por tus palabras JLO.
EliminarUn saludo.
Ole por el nuevo año, las campanas y esa presencia que amanece el día con su presencia.
ResponderEliminarUn abrazo y tarde bonita
Gracias Albada Dos.
EliminarUn abrazo y feliz tarde.
Aunque llamen a misa, no voy a ir... ;) Besos.
ResponderEliminarGracias Laura.
EliminarBesos.
Nunca se sabe qué viviremos en el nuevo año.
ResponderEliminarTe veo escribiendo poemas, eso, seguro :)
Abrazo, Rafael.
Ojalá Verónica, que se cumpla.
EliminarUn abrazo.