Por el camino
se ven las amapolas
salir de nuevo.
Su colorido
anima las pupilas
y da alegría.
La vieja senda
parece que revive
y resucita.
Un puerto viejo
acoge las traineras
en su descanso.
Están varadas,
tumbadas en las rampas,
quizás dormidas.
Así reponen
las fuerzas en sus quillas
atormentadas.
La dulce aldea,
los sueños de la infancia,
hoy me saludan.
Y vuelvo a ellos,
camino por sus calles,
oigo sus voces.
Bellos recuerdos
que afloran y que vuelven,
con mil suspiros.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/01/20
Cada primavera es una explosión de vida...
ResponderEliminarUn beso anacrológicamente primaveral.
Cierto Eva.
EliminarUn beso en la tarde.
Esos mil suspiros que brotan sin pensar reflejan muy bien lo que los gratos recuerdos nos producen. Que tengas bello día domingo amigo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Paty.
Gracias Paty.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Esos paisajes, rurales. De colores, De recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz tarde
Gracias Albada Dos.
EliminarUn abrazo y feliz tarde.
Volvemos a esas primaveras inolvidables.
ResponderEliminarPrecioso!
Volvemos Galilea.
EliminarUn abrazo y gracias.
Las amapolas son las flores más lindas del campo junto a las margaritas, ellas nos van orientando del buen tiempo que va llegando ( aunque por ahora frío ) ..bellas letras .
ResponderEliminarUn abrazo .
Gracias por tus palabras, Campirela.
EliminarUn abrazo.