Hay un silencio en la calle,
un descanso en la escalera,
una nube en la ventana
y una luna sin estrellas,
y yo miro y nada veo
más que el pomo de la puerta,
y no diviso las manos
que me ofrecen desde fuera,
porque paso y voy cerrando
estos ojos que me pesan,
con las pupilas llorando
unas lágrimas de cera...
Hay un temblor en los labios,
el corazón parpadea
por la ausencia de la sangre
que escasea por las venas,
pero sigo vacilante
en la búsqueda sincera
del amor y, entre los versos,
que conforman el poema;
este escrito que la vida
nos ofrece y nos acerca
cada día y cada hora
para sentirla de veras...
Hay un susurro en el cielo
y en el alma, una cadena,
que se rompe a este sonido
y se desarma y se quiebra,
porque el suspiro del aire
llega y calma con su esencia
al corazón oprimido
y le alivia su tristeza,
por eso vive y sonríe
y camina y nunca temas,
a los temblores del cuerpo
porque el alma vive y sueña...
"...Y lo hace en unos versos
de la mano del poeta,
que se pierde, en el silencio,
de una niñez que se aleja..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/08/20
Introspectivo poema, ahora que el virus nos ha metido en las casa, dejando celebraciones atrás, o muy menguadas.
ResponderEliminarPor el poeta, que sigue vivo, latiendo en cada verso. Un abrazo grande
Gracias por tu visita y comentario en este primer día del nuevo año, Albada Dos.
EliminarUn abrazo y Feliz Año.
Un viaje introspectivo para [re]descubrir los pequeños detalles que son importantes.
ResponderEliminarUn beso, Rafael
Gracias Mujer de Negro.
EliminarUn beso.
Un viaje que se pierde entre los silencios de la madurez y el recuerdo de la niñez...Nunca hay que perderlos ellos nos alimentan el alma. Una feliz noche
ResponderEliminarPor supuesto, Campirela, es como dices.
EliminarUn abrazo en la noche.
que linda melodía hay en ellas, siempre el poeta en la búsqueda de los sueños y de amor que corre por sus letras, precioso amigo, que este nuevo año esté cargado de bendiciones y mucha luz, Feliz año nuevo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Bea.
EliminarUn abrazo desde el Cantábrico.