La soledad
no sabe de trincheras
ni de escondites.
Está muy cerca
buscando el fiel resquicio
por donde entrar.
Pero se pierde
con risas, y se aleja,
por un instante.
Es muy tenaz
y sigue en sus batallas
muy silenciosa.
Todos queremos
que pase y que nos deje
vivir en paz.
Hay muchos días
que el alba nos despierta
y ella no está.
Luego, sucede,
que avanza la jornada
y se nos muestra.
Nos amodorra,
entabla una batalla
muy desigual.
Al fin nos vence,
sus garras nos atrapan,
y estamos solos.
Rafael Sánchez Ortega ©
06/09/20
La soledad es esa compañera que a veces quieres tenerla cerca para tu tranquilidad y otras te abruma de tal modo que deseas que se vaya cuanto antes mejor. Ojalá pudiéramos disponer de ella a nuestro antojo, pero va ser que no. Un abrazo en la tarde.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Campirela.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Es que cuando sientes que te ha atrapado, la soledad orada como una carcoma.
ResponderEliminarUn abrazo
Y, en esos casos, ¡qué carcoma!, Albada Dos.
EliminarUn abrazo.
La soledad sabe de compañías silenciosas. Precioso tu poema, amigo Rafael.
ResponderEliminarMil besitos en la tarde.
Cierto, Auroratris.
EliminarUn abrazo.
Es cierto nos amodorra tal cual, y a veces dura, preciosos haikus profundos un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarAsí es, Bea.
EliminarUn abrazo.
La soledad ha veces es necesaria y otras nos ahoga. Muy ciertos tus versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tiene las dos variantes, María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Gran tema amigo, creo que la soledad es parte innegable de nuestra existencia, el tema es cómo la procesamos, para ello debemos saber estar con nosotros mismos de una forma amistosa y compasiva. Bella inspiración!
ResponderEliminarUn abrazo,
Paty
Gracias por tus palabras Paty.
EliminarUn abrazo en la noche.
Muy bueno Rafael, estoy de nuevo en el ruedo.
ResponderEliminarBeso grande.
Gracias Paula, me alegro de volver a verte entre nosotros.
EliminarUn abrazo.
Cuánta inspiración nos da nuestra inefable amiga soledad, Rafael...Lo malo es que tiene muchas caras y no siempre es generosa, a veces nos prueba, nos juzga y nos hace la vida imposible. Buena reflexión, poeta.
ResponderEliminarMi felicitación y feliz finde, amigo.
Cierto, María Jesús, es como dices.
EliminarUn abrazo.
La soledad buscada es un refugio en el que encontrarse con uno mismo. La soledad que persigue y engulle sólo produce tristeza.
ResponderEliminarHermosos versos, Rafael.
Cierto Galilea.
EliminarAbrazo.
Cuando la soledad no es buscada, es como bien lo has versado.
ResponderEliminarAbrazo, Rafael.
Gracias Verónica.
EliminarAbrazo.