Miro tu cara
tan llena de ternura
y tiene sueño.
Están cansados
tus párpados, y quieres
cerrar los ojos.
Pero preciso
entrar a tus pupilas
y descansar.
Estar en ellas,
vibrar con sus latidos
y así dormirme.
Sueños de niños
que ansían utopías
y poco más.
Lenguas de trapo
que apenas balbucean
pidiendo amor.
Pero mis ojos,
inquietos e infantiles,
a ti te buscan.
Quieren la voz,
la mano y el abrazo
que tú me ofreces
Y alcanzo entonces
el verso y el poema
de un nuevo sueño.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/09/20
Muy bonito. A veces sólo un abrazo suele darnos el descanso que nos lleva al sueño.
ResponderEliminarmariarosa
Cierto, María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Soñando amores, eterno enamorado, Rafa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Fany.
EliminarUn abrazo.
La mirada profunda de esa pupilas casi dormidas son el sedante ideal para sumergirse en un suelo profundo.
ResponderEliminarLindos poemas de amor y sobre todo de amar al amor. Un abrazo en la tarde.
Gracias por ver así estos versos, Campirela.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Esos recuerdos, de caras con miradas y sonrisas. Qué bonitos versos.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Albada Dos.
EliminarUn abrazo.
Preciosos versos abiertos a los sueños. ❤
ResponderEliminarGracias Galilea.
EliminarUn abrazo.
En los ojos del ser amado vemos un universo de paz que nos reconforta.
ResponderEliminarHermosos versos amigo, llenos de amor.
Un abrazo,
Paty
Gracias Paty.
EliminarUn abrazo.
Siempre queremos estar y perdernos en los los del ser amado.
ResponderEliminarEn esas pupilas se adentra la voz del poema y se nutre de vida y versos.
Abrazo, Rafael.
Es como dices, Verónica.
EliminarAbrazo.