Puertos de mar
con olas que dormitan
en las resacas.
Van a las playas
las aguas de esos mares
para soñar.
Van a los muelles
las barcas y marinos
a descansar.
Puertos y costas
de gentes marineras
que bien conozco.
En ellos cantan
ochotes barquereños
en las tabernas.
Allí las algas
se mezclan con los peces
y buscan vida.
Manos que buscan
el pan y medicinas
que necesitan.
Y entre el salitre,
curtido del nordeste,
surge el milagro.
Alguien sonríe,
pasea por el muelle.
¡Son las gaviotas!
Rafael Sánchez Ortega ©
09/09/20
Que bonito. Los puertos, guardan ilusiones del que llega, del que se va, todos con una esperanza jugando en el corazón.
ResponderEliminarmariarosa
Sí, María Rosa, así es.
EliminarUn abrazo.
Lindura de puertos de mar, con su algas y sus sueños de azul teñidos.
ResponderEliminarUn abrazo
Son encantadores, Albada Dos.
EliminarUn abrazo.
Qué bonito! Me ha llegado ese olor a puerto... que me encanta.
ResponderEliminarBravo!
Me alegro, Galilea.
EliminarUn abrazo.
Has hecho una descripción tan perfecta que puede verse , escucharse ,olerse...un hermoso poema Rafael!!!! Besos
ResponderEliminarGracias Eli Méndez.
EliminarBesos.
Me gustan los puertos; siempre me pierdo por ellos.
ResponderEliminarEl tuyo, tanto el físico como el del poema, una preciosidad.
Abrazo, Rafael.
Gracias Verónica, es como dices.
EliminarAbrazo.