Tiemblan las rosas
que esperan ser cortadas
por una mano.
Hay miedo urgente,
tristeza en los jardines,
quiere llover.
Y así, los cielos,
con lágrimas envuelven
su melodía.
Mientras, las rosas,
suspiran con los niños
que se acercan.
Oyen las voces,
eternas e infantiles,
casi cantando.
Buscan las flores
para ofrecer un ramo
con ilusión.
Ramo de rosas
que llevan a la Virgen
de la Barquera.
En la capilla
las rosas dormirán
un dulce sueño.
Y guardarán
sus pétalos sagrados
tanta ternura.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/09/20
(Se trata de reflejar a unas rosas en un jardín, y su tristeza porque saben que va a llegar una mano, infantil, que las va a cortar para hacer un ramo de flores y llevarlo a la Virgen. Quizás es un acto que, como tantos, no pasa de ahí y no tiene más trascendencia. Sin embargo se intenta ver esta figura de las rosas, adivinar que tiemblan ante la separación del rosal y que el cielo se entristece y empieza a llover mientras van llegando unos niños que entre canciones cortan y hacen ese ramo de flores para llevarlo a la Virgen y que allí, duerman las rosas y cierren sus pétalos.)
Vemos claramente la diferencia , de la mano del pequeño que quiere llevarle a la Virgen un ramo de rosas. Y a las rosas que sienten la tristeza de desplazarse de sus raíces y morir en el altar.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz noche.
Gracias por tu comentario, Campirela.
EliminarUn abrazo en la noche.
Nos invitas a un cuento lleno de ternura y con varias interpretaciones. Bello, amigo Rafael.
ResponderEliminarMil besitos en la noche.
Gracias Auroratris.
EliminarUn abrazo.
Esa Virgen, qué contenta estará.
ResponderEliminarUn abrazo
Seguro que sí, Albada Dos.
EliminarUn abrazo y gracias.
Las rosas tiemblan, el jardín ya no es el jardín de antes, a mi me has traído a la mente lo que estamos viviendo, hasta las rosas tiemblan en los jardines, los jardines lloran. Un abrazo y feliz semana Rafael.
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