Eran tus ojos
dos perlas que los cielos
me regalaron.
Ellos me dieron
colores y latidos
encantadores.
Vi filigranas
venir desde el espejo
hasta mi alma.
Sentí la sangre
correr, acelerada,
por todo el cuerpo.
Y con tus ojos
llegó una sabia nueva
hasta mi lado.
Alas doradas
con sueños infantiles
y algo de magia.
Vuelos por mares,
por campos y montañas
desconocidos.
Y con tu sombra
llegaron los susurros
y los suspiros.
¡Cuanta belleza
me dieron esos ojos
que hoy, tanto añoro!
Rafael Sánchez Ortega ©
10/08/23
Esos ojos abren universos. Lindos versos, Rafael.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz sábado
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo y feliz finde.
Hermosos ojos, hermoso poema.
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