Nunca te olvides
de ver en las estrellas
nuestros suspiros.
Aquella noche
pasada en el refugio
hoy la recuerdo.
Y bien contemplo
el rato inolvidable
junto a la fuente.
Arriba el cielo
con luna que asomaba
de entre las sombras.
Y nuestros ojos
buscándose, temblando,
en las pupilas.
¿Y qué veían?...
la charla de la luna
y las estrellas.
Así leímos,
los dos, aquel mensaje
en la montaña.
Noche encantada
de besos y caricias
que nunca olvido.
Hoy los recuerdo
y vienen a mi lado
como un susurro.
Es el verano
que pasa y que nos deja
ratos de ensueño.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/08/23
Así es, a veces recordamos cada detalle con un detenimiento increíble, repetidamente, como queriendo vivir todo de nuevo, pero lo que nos sucederá podrá ser parecido pero jamás idéntico. Lo mágico y esperanzador es pensar que puede ser aun mejor, nunca se sabe.
ResponderEliminarHermosas letras amigo, que nos traen al hoy nuestros propios recuerdos de momentos inolvidables. Un fuerte abrazo.
Paty
PD: en mi nuevo blog hace unos días atrás puse otra poesía tuya que antes tuve en mi blog.
https://poesiainvencible.blogspot.com/2023/08/pronto-amanece-rafael-sanchez-ortega.html
Gracias por tus palabras Paty y por llevar un poema mío a tu nuevo Blog que no conocía. Ya paso por él.
EliminarUn abrazo y feliz finde.
Hay noches de infancia mirando al cielo acompañado, que quedan incrustadas en la memoria.
ResponderEliminarLindo poema. Un abrazo, Rafael
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo y feliz domingo.