Hoy te sonríen
las rosas, temblorosas,
en el jardín.
Están despiertas,
con gotas del rocío
sobre sus pétalos.
Pero te esperan
y quieren ofrecerte
los "buenos días".
Es algo bello
la estampa de las flores
madrugadoras.
Vuelven recuerdos
de rosas y de días
con gran embrujo.
Era otro agosto,
con días relucientes,
en el verano.
Sonaba el mar
llegando hasta la orilla
con la resaca.
Y tú, mirabas,
las olas blanquecinas
desde la orilla.
Entre tus dedos
tenías una rosa
que allí besaste.
Y muy despacio
al mar se la ofreciste
con un suspiro.
Yo te miraba,
un tanto estremecido
y nada dije.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/08/23
Ese mirar a quien se ama, qué bonitos versos primaverales.
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
Hola Rafael, un poema junto al mar lleno de belleza donde el amor se siente...
ResponderEliminarUn cálido abrazo
Gracias Sneyder.
EliminarUn abrazo.
Bello recuerdo convertido en poesía.
ResponderEliminarAbrazo.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.