Nadie te busca
y todo está en silencio
en madrugada.
Duermen las barcas
varadas en la rampa
cercana al puerto.
Hasta el nordeste
dormita con la brisa
y las resacas.
Nadie te llama
y sigues con tu sueño
tan perezoso.
Y es que las olas
que llegan a la playa
están dormidas.
Y las corrientes
de día, peligrosas,
están tranquilas.
Nadie te extraña
¡oh mar que tanto añoro
y que estás lejos!
¡Lejos y cerca
pues vas en mis recuerdos
y bien cosido.
Yo te preciso,
reclamo tu salitre
con tantos besos.
Y es que tus ojos,
tus labios y latidos
los necesito.
Despierta ya,
¡oh mar de mis amores,
quiero tus besos.
Rafael Sánchez Ortega ©
15/08/23
Que Neptuno se apìade y venga a verte pronto. Sin mar la vida es un poco menos viva.
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
Bella añoranza en tus versos.
ResponderEliminar👏👏
Gracias por tus palabras Galilea, y por el paseo por todos los poemas que he visto.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
arriba cándida marejada tras titilar el mar del amor suspiros de un aire que no volverá muy a nuestro pesar entrar y llenarnos los ojos con su sonrisa al enmorarnos la brisa .. estimado Rafael das color celeste a tu bello poema entre sargazos y abrazos que
ResponderEliminaros envio con mis deseo de un feliz fin de semana , mis saludos y enhorabuena por tus
letras gozosas y contrito sentimiento por la persona enamorada, un fuerte abrazo .. . jr.
Gracias por tu visita y comentario tan cálido, José Ramón.
EliminarUn abrazo y feliz finde.