Hoy no te veo,
la niebla me lo impide
en la mañana.
Es esta bruma
que llega del nordeste
con la resaca.
Tiemblan los rayos
del sol, y sus caricias,
tampoco llegan.
Día de agosto,
mañana con rocío
y brisa fresca.
Pero no importa,
los ojos se despiertan
y cobran vida.
¡Fuera legañas!,
te dices sin palabras,
y te levantas.
Dejas el lecho,
los sueños recogidos
hasta otro rato.
Miras la calle,
la senda y el paseo
que da a la playa.
Y ves las olas
que dejan, como siempre,
su "buenos días".
Y las saludas,
con besos que les mandas
desde tus labios.
¡Fuera la niebla,
que el sol pide su paso
para las olas!
Rafael Sánchez Ortega ©
25/08/23
La luminosidad del sol disipa la bruma. Siempre gana, aunque sea filtrándose.
ResponderEliminarYo me apunto a un amanecer así, con las olas y el salitre perfumando el aire.
Abrazo, Rafael.