Ya duerme la luna
y un niño a su lado,
¡qué escena tan bella
me deja este cuadro!
La luna de plata
sonríe soñando
y el niño suspira,
tranquilo, en sus brazos.
Abajo, en la tierra,
la noche, despacio,
extiende las sombras
por casas y campos.
Ya cantan las ranas
y animan el lago,
con aguas tranquilas
que guardan descanso.
Tú buscas la rima
y el verso olvidado,
aquel que una noche
trazara una mano.
La mano divina,
con ojos tan claros,
de aquella muchacha
que hirió tu costado.
La amaste y sentiste,
contando sus pasos,
en cortas jornadas
de un tierno verano.
Y así, de esta forma,
tus sueños cruzaron
con otros latidos
de ojitos castaños.
Hoy ves a la luna,
sonríes llorando,
y cierras los ojos
también suspirando.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/07/24
¡Qué cosa más bonita has escrito, poeta! ❤🎩🎩
ResponderEliminarLa luna como hilo conductor de aquel niño, de la niña y sus versos y tu gran e inolvidable amor...Gran poema en perspectiva, muy bello, amigo.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz noche, poeta amigo.
Pura ternura, Poeta.
ResponderEliminarPrecioso.
Abrazo, Rafael.