Tú volabas por los campos
con tus alas tan bonitas,
y animabas corazones
de una forma muy sencilla.
Eras libre, mariposa,
y tu vuelo daba vida
y mezclabas sentimientos
de latidos y sonrisas.
Era un sueño, ver el vuelo,
y trazar mil fantasías,
al amparo de tus alas
y del viento con la brisa.
Garabatos, en el aire,
nos dejabas con tu firma,
de esa tinta, que invisible,
nos cubría de caricias.
Regresabas del invierno
con tus versos y tus rimas,
y atrapabas a mis sueños
con sus odas que dormían.
Y, de nuevo, me invitabas.
a volar por las marismas
y por bosques y montañas
para ver la poesía.
Y la vida nos mostraba
lo que guarda en su buhardilla,
los latidos de la tierra
y el amor que allí surgía.
"...Tú, volabas, mariposa,
por los campos y sin prisa,
y llegaste hasta mi lado
para darme tu sonrisa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/07/24
Muy buenos días, hoy volamos y danzamos. Besos
ResponderEliminarPues sí, Campirela, así que a volar.
EliminarUn abrazo.
volar es una forma de recorrer el todo
ResponderEliminarbuena semana
Gracias Elisa.
EliminarUn saludo y feliz semana.
Mariposa añorada en tu corazón
ResponderEliminarAbrazo
Gracias por tus palabras y comentarios, María del Rosario.
EliminarAbrazo.
Bello poema Rafael, ha regresado tu mariposa añorada.
ResponderEliminarAbrazo desde el frío.
Gracias María Rosa, y sí, ha regresado, aunque nunca se ha ido.
EliminarUn abrazo y ánimo.