Cantan los ríos
su dulce melodía
en los deshielos.
Bajan con fuerza
las aguas, hoy muy bravas,
de las montañas.
Restos de nieve,
gotitas transformadas
en agua dulce.
Y yo las veo.
Las miro y me estremezco.
Siento la vida.
Son sus latidos
el canto, silencioso,
que me rodea.
Es un susurro
que llega hasta mi alma
y me enamora.
Quiero ser río,,
corriente embravecida
y agua de nieve.
Quiero ser tuyo,
poema interminable,
lleno de vida.
Y es que te amo.
Te amo y necesito,
mi poesía.
Nunca me niegues
sentirte como ahora,
en mis latidos.
Y dame el verso,
oculto de tus rimas,
porque es un beso.
Beso que quiero,
que ansío y que deseo...
¡Sueño con él!
Rafael Sánchez Ortega ©
09/07/24
La vida y su energía, la naturaleza tan necesaria. Hermoso poema. Un beso querido amigo.
ResponderEliminarGracias Luján.
EliminarUn abrazo.