Fueron años muy felices
los vividos en la infancia
que ahora llegan a la mente
y reviven la nostalgia.
Pero el tiempo no perdona
ni repara en tus legañas,
ni en los llantos ni en las risas
y tampoco en las etapas.
Esos años se quedaron,,
como aquellas telarañas,
suspendidas, y en recuerdos,
de las brumas y ventanas,
Y en el pecho se alojaron
con suspiros que dejaban,
al marchar por las estepas
de la vida y la distancia.
Los revives si detienes,
a tus pasos, y te paras
mientras vuelves la cabeza
y te encuentras a la nada.
Y es que el tiempo continúa
y los años nos rebasan,
aceleran los latidos
en los pechos y las almas.
Pasan risas y susurros
con las olas y resacas,
y el nordeste de la vida
con su brisa nos abraza.
"...Fueron años muy felices,
que hoy los veo y que me agradan,
se miraban nuestros ojos
y sabían que se amaban..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/07/24
Esos años siguen con nosotros, Rafael..Lo que vivimos con intensidad perdura y se eterniza, renovándose constantemente. Todo está presente, amigo.
ResponderEliminarMi abrazo y mi ánimo siempre, Rafael.