Cuando las sombras avanzan
hay un algo de tristeza,
una línea que se rompe
en el cielo que se agrieta.
Es muy fácil tener frío
con la lluvia y la tormenta,
tiritar los finos labios
con el cuerpo que ahora tiembla.
Sin embargo los suspiros
no se aguantan y se entregan,
son latidos de las almas
al compás de las mareas.
Tres Marías van llegando,
son las olas tan traviesas,
y tras ellas vienen otras
mas calmadas y serenas.
Es la hora de unos hombres,
los que buscan la cerveza,
o ese vino de rioja
que tendrán en la taberna.
Y también es otra hora,
de los hombres que ahora rezan,
y musitan una Salve
a la Virgen La Barquera.
Ya las sombras con su manto
han cubierto la ribera,
produciendo sensaciones
en las calles y las huertas.
Una niña en la ventana
en su quicio se recrea,
mientras mira, por si acaso,
al marino por la acera.
Poco a poco las canciones
van saliendo a las estrellas,
y con ellas van los sueños
y tras ellos va quien sueña.
Un poeta enamorado
ve este cuadro y lo refleja,
con su pluma en el cuaderno,
verso a verso y letra a letra.
Hay quien dice que las sombras
tienen algo de tibieza,
y también de escalofríos
encubiertos entre ellas.
Pero hay otros que las miran
y en silencio las contemplan,
y se esconden en sus brumas
y se pierden en sus nieblas.
Hay romances muy variados
en el cielo y en la tierra,
como hay hombres que suspiran
mientras aman y se entregan.
"...Cuando las sombras avanzan
hay un halo que se quiebra,
una línea que se rompe
que nos llega y que nos besa.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/07/10
hay un algo de tristeza,
una línea que se rompe
en el cielo que se agrieta.
Es muy fácil tener frío
con la lluvia y la tormenta,
tiritar los finos labios
con el cuerpo que ahora tiembla.
Sin embargo los suspiros
no se aguantan y se entregan,
son latidos de las almas
al compás de las mareas.
Tres Marías van llegando,
son las olas tan traviesas,
y tras ellas vienen otras
mas calmadas y serenas.
Es la hora de unos hombres,
los que buscan la cerveza,
o ese vino de rioja
que tendrán en la taberna.
Y también es otra hora,
de los hombres que ahora rezan,
y musitan una Salve
a la Virgen La Barquera.
Ya las sombras con su manto
han cubierto la ribera,
produciendo sensaciones
en las calles y las huertas.
Una niña en la ventana
en su quicio se recrea,
mientras mira, por si acaso,
al marino por la acera.
Poco a poco las canciones
van saliendo a las estrellas,
y con ellas van los sueños
y tras ellos va quien sueña.
Un poeta enamorado
ve este cuadro y lo refleja,
con su pluma en el cuaderno,
verso a verso y letra a letra.
Hay quien dice que las sombras
tienen algo de tibieza,
y también de escalofríos
encubiertos entre ellas.
Pero hay otros que las miran
y en silencio las contemplan,
y se esconden en sus brumas
y se pierden en sus nieblas.
Hay romances muy variados
en el cielo y en la tierra,
como hay hombres que suspiran
mientras aman y se entregan.
"...Cuando las sombras avanzan
hay un halo que se quiebra,
una línea que se rompe
que nos llega y que nos besa.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/07/10
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