Veremos si amanece un nuevo día
repleto de ilusiones y esperanzas,
quizás se hayan quedado con los sueños,
ocultas, las oscuras telarañas.
Veremos si los hombres se despìertan
y salen renovados con el alba,
sacando de su cuerpo nuevas fuerzas,
luchando por aquello que mas aman.
Veremos si los dioses se contentan
y cesan un momento sus batallas,
los campos del Olimpo están muy llenos
precisan de otros aires y de calma.
Veremos si las clases enmudecen
y callan profesores en las aulas,
quizás esas lecciones que pregonan
se digan sin retòrica y palabras.
Veremos como buscan las pupilas
los ojos fervorosos de la amada,
las perlas escondidas tras sus cejas,
y el fuego retenido con sus llamas.
Veremos como pasan los minutos
y pronto los relojes ya se paran,
detienen su tic-tac y su lamento
y quedan silenciosos en su marcha.
Veremos como llegan las alondras
y forman sus nidales en la plaza,
la eterna primavera cobra vida
en forma de esas aves encantadas.
Veremos como crecen los rosales
y nacen los magnolios y las malvas,
con ellos las hermosas margaritas
nos dejan su belleza tan preciada.
Veremos al final, como la vida,
explota en arco iris sin distancias,
un cúmulo de grandes sensaciones
nos llena y se apodera de las almas.
Veremos simplemente que los niños
se forman y son hombres un mañana,
renacen día a día con sus sueños
y adoran a la vida que les llama.
Por eso sonreiremos fugazmente,
veremos más allá, sin pedir nada,
la vida nos confía sus secretos
y envuelve nuestras almas con su magia.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/07/10
repleto de ilusiones y esperanzas,
quizás se hayan quedado con los sueños,
ocultas, las oscuras telarañas.
Veremos si los hombres se despìertan
y salen renovados con el alba,
sacando de su cuerpo nuevas fuerzas,
luchando por aquello que mas aman.
Veremos si los dioses se contentan
y cesan un momento sus batallas,
los campos del Olimpo están muy llenos
precisan de otros aires y de calma.
Veremos si las clases enmudecen
y callan profesores en las aulas,
quizás esas lecciones que pregonan
se digan sin retòrica y palabras.
Veremos como buscan las pupilas
los ojos fervorosos de la amada,
las perlas escondidas tras sus cejas,
y el fuego retenido con sus llamas.
Veremos como pasan los minutos
y pronto los relojes ya se paran,
detienen su tic-tac y su lamento
y quedan silenciosos en su marcha.
Veremos como llegan las alondras
y forman sus nidales en la plaza,
la eterna primavera cobra vida
en forma de esas aves encantadas.
Veremos como crecen los rosales
y nacen los magnolios y las malvas,
con ellos las hermosas margaritas
nos dejan su belleza tan preciada.
Veremos al final, como la vida,
explota en arco iris sin distancias,
un cúmulo de grandes sensaciones
nos llena y se apodera de las almas.
Veremos simplemente que los niños
se forman y son hombres un mañana,
renacen día a día con sus sueños
y adoran a la vida que les llama.
Por eso sonreiremos fugazmente,
veremos más allá, sin pedir nada,
la vida nos confía sus secretos
y envuelve nuestras almas con su magia.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/07/10
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