Me encuentro en un dilema, y no estoy loco,
me pide el corazón que haga recuento,
que elija entre el seguir como avariento,
pasando por la vida poco a poco.
Más puede ser el aire y el siroco,
altivo y con sus aires de sargento,
quien hizo de tu risa el condimento
sacando en mis carrillos el sofoco.
Por eso este dilema que me acosa,
quererte, a ti, mi amor, yo es que te quiero,
y quiero tu sonrisa tan hermosa.
Te quiero con cariño verdadero,
y quiero ya dormir junto a tu rosa,
la rosa y el jardín de quien venero.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/03/11
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