Alma arrugada que lloras
saca tu genio y tu fuerza,
seca despacio esa lágrima
busca en el cielo una perla.
Pero si el llanto prosigue
y la tormenta no cesa,
toma la luz de la luna
para sentirla más cerca.
Siente la mano de plata
y su caricia sincera,
siente ese beso dorado,
el que tu alma desea.
Alma arrugada que sufres
con tus recuerdos y penas,
sal a mirar a las olas
busca en el mar sus mareas.
Llena de sal tus entrañas,
siente el salitre en tus venas,
cierra tus ojos despacio,
haz que tus labios se muevan
y que reciban despacio
esa caricia tan bella,
para que el alma reviva
con el latir de la tierra.
Alma arrugada que vagas
con tus pesadas cadenas,
suéltate ya tus grilletes
vive y disfruta de veras.
Deja fantasmas anclados
en las oscuras veredas,
y que el olvido las cubra
entre la bruma y tiniebla.
Sal a cantar a los vientos,
bebe la vida y su néctar,
y si al final te emborrachas
deja dormir al poeta.
"...Alma arrugada que clamas
y día a día cincelas,
no labres más tu destino,
y búscalo en las estrellas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/07/11
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