domingo, 3 de julio de 2011

CIUDAD RECUERDO.


I


"...Es hermoso volver al país de los recuerdos
y regresar a esa hermosa ciudad que llamamos así:
Ciudad Recuerdo.
Penetrar en el alma y andar por sus calles,
recorrer los senderos y mirar los rincones
para encontrar en ellos las huellas y el eco
de un pasado que haga temblar los ojos,
que haga latir la sangre acelerada,
que haga aflorar de nuevo la sonrisa a los labios
y que te haga elevar la vista al cielo..."


II


"...A veces me despierto con la suavidad
profunda de tus dedos en mi piel,
y mi mano busca tu cuerpo entre
las sábanas del lecho,
y no te encuentro.


Aún recuerdo la sonrisa temblorosa
de tus labios,
tu cuerpo desnudo entre las sábanas,
tu pelo revuelto y tu cara descansando
con mi brazo rodeándote.


¡Sí, recuerdo aquel momento inolvidable!,
recuerdo aquel suspiro de tu pecho
y recuerdo el susurro silencioso de mis
labios en tu oído,
murmurando una palabra cariñosa,
en la mañana.


Y allí, en ese instante detenido del pasado,
en la Ciudad Recuerdo,
a donde vuelven mis ojos,
sentí tu amor,
sentí la brisa de tus labios,
el latido descansado de tu pecho,
y te amé profundamente;
te amé con la ilusión forjada desde niño,
mientras volcaba en ese amor
todos mis sueños..."


III


"...Y en aquel amor estaban la magia
y el perfume de la infancia reunidos;
los lunes de diciembre y del invierno,
la primavera con los martes de abril,
tan agridulces,
los miércoles de Julio, tan azules, y el verano,
los jueves de octubre con su otoño tan dorado,
y todo, todo estaba allí,
en ese espejo inmaculado del pasado,
entre lirios y glicinas,
con la jara y el romero,
y las rosas y claveles matizando
aquel conjunto.


Recuerdo que ya entonces escribía y
te escribía.
Volaba entre las nubes de algodón
del cielo tan cercano y que tocaba
con mis dedos.
Volaba con la ayuda de la brisa
de tus labios,
con la fuerza que me daban tus palabras,
con la risa y con la fuerza de tus ojos.
Volaba con tus manos en mis manos
y bailaba un vals eterno entre las olas
de la playa,
alumbrado por la luna y contigo
entre mis brazos..."


IV


"...Quizás por eso mismo no te olvido,
Ciudad Recuerdo.
Ciudad inolvidable y tan querida,
Ciudad donde el amor rozó mi alma,
Ciudad donde yo amé y me amaron,
tiernamente.


Pero ahora, cuando te pienso,
cuando vuelvo la vista atrás,
a ese tiempo del pasado,
siento pena y una tristeza me recorre.


Veo el cielo cruzado de relámpagos
y estrellas,
veo la ausencia de tu imagen a mi lado,
veo la sombra vacía de mi equipaje
y veo la soledad que me acompaña.


La sombra de la Ciudad Recuerdo es larga
y me persigue sin descanso,
aunque trato de evitarla,
aunque trato de mirar para otro lado,
aunque, a veces, me quedo mirando
las mareas en la playa.


Y entonces un sopor se apodera de mi cuerpo
y mis párpados se cierran.
Me abrazo a ti,
me duermo entre tus brazos,
y te digo, como en sueños,
que no quiero despertar,
que tu sombra me borre la memoria
y que el fuego sagrado del olvido
convierta en cenizas el recuerdo
que nunca debió quedar allí,
en aquel momento del pasado
y en Ciudad Recuerdo..."


V


"...Pero a pesar de todo repito,
que es bonito volver al país de los recuerdos,
y regresar a esta hermosa Ciudad que así he
bautizado en mis poemas:
Ciudad Recuerdo.


Entre sus piedras se encuentra la nostalgia
irreverente, mezclada con ternura,
y las huellas de unos días de pasión
forjadas con amor en cada instante
y en cada segundo transcurrido.


Allí aprendí a beber el vaso del amor
servido por tus labios,
y te ofrecí los míos con su néctar.


Allí vivimos y soñamos,
nos desplazamos en el tiempo,
y hasta fuimos capaces de forjar
nuestro destino.


Aún recuerdo tus lágrimas,
mezcladas con las mías, cuando tuvo
lugar la despedida,
cuando dejé atrás la ciudad,
cuando el autobús avanzaba por la
autovía alejándome de ti,
cuando el sollozo se ahogaba en la
garganta y los suspiros en los labios.


Sabíamos que aquel adiós era una
despedida,
un hasta siempre y que nunca
nos volveríamos a ver
ya que todo lo que teníamos allí quedaba,
en esa ciudad maravillosa de los sueños,
que nos envolvió en su abrazo
y que ahora recuerdo en estos versos..."


Rafael Sánchez Ortega ©
03/07/11

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