martes, 5 de julio de 2011

AQUELLOS OJOS TUYOS...


Aquellos ojos tuyos,
que descubrí en secreto,
tenían el donaire,
la gracia y embeleso
tenían la frescura
tomada de los vientos,
tenían el encanto
del más puro reflejo.

Aquellos ojos tuyos
de ti me hicieron preso,
llevaron mis pisadas
por rutas y senderos,
buscando los caminos
que llevan a los sueños,
buscando los abrazos
y el roce de tus besos.

Aquellos ojos tuyos
sirvieron de refresco,
llegaron en la tarde
tranquilos y serenos,
vinieron con la gracia
que ofrecen los majuelos,
los robles encantados
del bosque de los Elfos.

Aquellos ojos tuyos
sirvieron como premio,
sacando la sonrisa
del fondo de tu pecho,
buscando las palabras
y el brillo de los versos,
que fueran a la pluma
movida por los dedos.

Aquellos ojos tuyos,
sirvieron de luceros
en medio de la noche
que llega hasta los puertos,
tenían la elegancia
del paso de los ciervos,
la nota limpia y clara
que baja de los cielos.

Aquellos ojos tuyos,
no sé por qué los quiero,
ni sé por qué los amo
ya que me tienen preso;
yo soy el vagabundo
del mundo prisionero,
y soy solo un poeta
amándote en silencio.

Rafael Sánchez Ortega ©
05/07/11

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