Olas gigantes
llegando hasta la orilla
ya más calmadas.
¿Dónde dejasteis
las fuerzas y bravura
del temporal?
¿Dónde quedaron
los restos y naufragios
que son historia?
...Aquí os espero,
envuelto en el salitre
desde la playa.
Quiero escucharos,
oír vuestros recuerdos
con las resacas.
Y si es posible
dormir en esa estela
tan blanquecina.
¡Olas gigantes
que miran las gaviotas
muy embobadas!
Hoy, su cansancio,
anima a las palomas
y mariposas.
También os piden
los versos y leyendas
que da el nordeste.
Y así, sin pausa,
se formará un poema
para soñar.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/07/22
Me has hecho recordar a un bucanero en la orilla del mar, contemplando el horizonte y pensando en los vientos y el salitre que emana esa masa de agua salada. Un besote.
ResponderEliminarSí, hay muchos relatos parecidos, Campirela.
ResponderEliminarUn abrazo en la tarde.
Las olas, siempre trayendo vida y sensaciones. Y casi siempre, versos en la boca.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
Bellos murmullo de olas y olor a mar.
ResponderEliminarGracias Galilea.
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