"Estaba lejos
la patria prometida
y sin defensas.
Ese era el premio,
promesas y utopías
inabordables.
Seguí el camino
marcado en la bitácora
del navegante.
Y trasladé
los cielos a los sueños
en los poemas.
Pero fue en vano
las rimas y los versos
me confundieron."
Así clamaba
en medio de la plaza
un vagabundo.
¿De dónde vienes,
la gente preguntaba,
y a dónde vas?
¿Qué es lo que buscas
ardiente peregrino
con tanto afán?
"Busco la vida,
y en ella poesía
para vivir.
Y así sentir
la vida y el amor
en cada instante.
Pero no sé,
quizás solo persigo
una quimera."
...Y se perdió
su voz en la distancia.
¡Murió el poema!
Rafael Sánchez Ortega ©
03/12/22
El emigrante buscaba la paz y el sentido de su vida, viendo con añoranza el recuerdo y la distancia de su patria. Casi seguro que en el interior de su soledad, encontró la poesía meditando su eterno pensamiento.
ResponderEliminarUn excelente poema que también nos hace reflexiónar.
Un abrazo Rafael
Gracias por tus palabras Juan.
EliminarUn abrazo.
Nacen y mueren, y crean y exoresan vida.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Amapola.
EliminarBesos.
Un poema que dice mucho más de las letras.
ResponderEliminarEl peregrino siempre tiene algo que contar.
Un fuerte abrazo.
Gracias por tus palabras Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz domingo.
Uf, de lo mejor que te he leído. Me ha impactado ese poeta errante.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Maripau. Quizás todos tenemos un poco de ese poeta errante, ¿no crees?
EliminarUn abrazo.
Ese peregrino que buscaba el amor y la poesía para vivir mejor tiene ratos de duda y desconfianza como todos nosotros en esa plaza de la vida, Rafael...Pero hay que perseverar en la paciencia, poniendo lo mejor de nosotros mismos en la palabra y en los actos, de esa manera lograremos la dicha que merecemos.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y admirado por tus buenos y profundos temas.
Gracias María Jesús.
EliminarUn abrazo.
Me ha llegado al alma, en mis primeros años en España, los poemas fueron mi refugio y mi consuelo, y un día no se que pasó me dejo de doler, entrañable, un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Bea.
EliminarUn abrazo.