Aunque te fueras
seguirías conmigo
porque te amo.
Te extrañaría
un día y otro día,
por esa falta.
Aunque el recuerdo
sería como un bálsamo
para la herida.
Esa partida
sería como un golpe
inesperado.
De todas formas
la vida nos depara
muchas sorpresas.
Unas alegres,
con otras compungidas,
de rostro serio.
Si tú marcharas
cultivaría rosas
donde pisaste.
Las plantaría
con besos y mis versos
y tus recuerdos.
Y en esa tierra,
fecunda y abonada,
te lloraría.
Y regarían,
mis lágrimas, sinceras,
las nuevas rosas.
Las que florecen,
sin duda en tus pupilas,
aunque estés lejos.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/12/22
Cuanto amor y sentimiendo en tus versos, hermoso es leerte y emocionarme con cada palabra. Un abrazo.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias María Rosa, me alegro de lo que dices.
EliminarUn abrazo.
Puro amor romántico, delicado y pleno de recuerdos.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias María del Rosario.
EliminarUn abrazo.
Precioso poema, vaya que si. Te felicito Rafael. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
Mientras el recuerdo viva nadie se va
ResponderEliminarSaludos
Tienes razón Elisa.
EliminarSaludos.
La eternidad escribe constantemente en tu alma y en tu mente, Rafael...Reflejo de esa eternidad son tus letras, que nos recuerdan la grandeza e infinitud del sentimiento, humano y divino.
ResponderEliminarMi abrazo grande y feliz fin de semana, amigo.
Gracias y Feliz finde, María Jesús.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y ese camino de rosas ha florecido con todo el sentimiento de tu corazón de poeta.
ResponderEliminarAbrazo, Rafael.
Gracias Verónica.
EliminarAbrazo.
Qué delicadeza... Me encanta ❤
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