Hoy llueve y hace mucho frío.
Es un día de invierno
en este otoño de diciembre.
He visto tu foto
y he cerrado los ojos,
sonriendo.
Día de clausura
y de reposo,
de estar en casa
buscando el calor de la lumbre,
de pensar y pensar,
(quizás obsesivamente),
en los males propios,
en el cuerpo envejecido,
maltrecho y doliente,
en el tiempo que pasa
y no se detiene,
en las palabras que nacen
y se quedan en los labios,
en los ojos que buscan
y en los labios que tiemblan...
Rafael Sánchez Ortega ©
03/12/22
Hola amigo, es muy sensible tu poema de hoy, hasta tristeza me provocó. Creo que es mejor pensar en lo que nunca envejece, en lo que nunca huye, en lo que es inamovible, porque, pase lo que pase, esto está adentro nuestro, y eso es nuestra personalidad, nuestros sueños, nuestra forma de mirar el mundo y de amar.
ResponderEliminarTe mando un poderoso abrazo.
Paty
Gracias por tus palabras Paty.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Hola Rafael, la lluvia puede ser agradable al corazón, pero también puede dar tristeza al alma porque despierta los recuerdos. El poema es verdaderamente nostálgico, pero también contiene mucha esperanza de amor en cada verso.
ResponderEliminarDesde aquí, un abrazo fuerte poeta. Juan.
Gracias por tus palabras, Juan.
EliminarUn abrazo desde el norte.