De nuevo lloran
las nubes de los cielos,
gotas de lluvia.
Sus cejas grises
se abren, cual fontanas,
tímidamente.
Y tú sonríes.
Las sientes en tu pelo.
Cierras los ojos.
Son como besos,
con pétalos y rosas
que a ti te dejan.
Rosas y lluvia,
¡qué sueño tan hermoso
viene a tu frente!
La lluvia fina
con besos deseados
y algún suspiro.
Los aguaceros,
torrente de pasiones
y sin palabras.
...Y los chubascos,
pequeños cosquilleos
del alma inquieta.
Llegó la lluvia
con lágrimas silentes
y con sonrisas.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/12/22
La lluvia, especial confidente de dichas, amor y sonrisas, a veces nos trae con sus gotas recuerdos inolvidables, mojando también sin querer nuestra frente y nuestros ojos. Un abrazo Rafael.
ResponderEliminarGracias Juan.
EliminarUn abrazo.
La lluvia siempre inspiradora, Rafael.
ResponderEliminarRosas y lluvia.
El amor y el poema.
Abrazo.
Así es, Verónica.
EliminarAbrazo.
Cala esa lluvia...
ResponderEliminarMuy bello.