Ángeles negros
andaban despistados
por las ciudades.
¿De dónde vienen?
(la gente preguntaba)
¿Adónde iban?
Nadie sabía
decir unas respuestas
a esas preguntas.
Aquellos ángeles
pasaron y se fueron
en un momento.
Eran los días
de fiesta y Navidad,
ahora recuerdo.
Quizás querían
decirnos muchas cosas
con su presencia.
Que hay otros ángeles
y no todos son blancos.
precisamente.
Que también cuidan
y son los guardaespaldas
de hombres y niños.
Que están muy cerca
y son nuestros amigos
sin condiciones.
Ángeles negros,
y blancos y amarillos,
¡No os vayáis!
Que Navidad
renazca cada día
entre nosotros.
Y que vosotros,
nos deis una sonrisa
como regalo.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/01/23
Sean ángeles negros o no, que lleguen sonrisas a tropel.
ResponderEliminarUn abrazo
Digo igual, Maripau.
EliminarUn abrazo.
Que todos necesitamos algo de los demás eso es una gran verdad, pues aunque pensemos ser diferentes a otros, ellos también pueden analizarnos del mismo modo .Lo importante es poder relaccionarnos con todo el mundo, sean del color que sean, sin abusos, con respeto y ante todo con educación. La Navidad es un momento de encuentro y recapacitación para todo eso, lo triste es que pronto pasa y despues se olvida.
ResponderEliminarUn buen poema Rafael, un abrazo.
Gracias por tus palabras Juan y ese análisis de la vida y las personas, con el que coincido.
EliminarUn abrazo en la noche.
Aunque a veces no reparemos o no los veamos... ahí están cuidándonos.
ResponderEliminarPrecioso ❤
Cierto Galilea.
EliminarAbrazo.