¡Cuántos olores,
(olores y no dolores),
hay en la vida!.
Y digo bien,
hay olores especiales,
y que llegan.
Pero hay otros
que repelen las narices
y que asquean.
Me remito a
los primeros, juveniles,
con sus besos..
Porque besos
y caricias dejan huellas
muy profundas.
Y se nota
en el olfato, la colonia
y el sudor,
en las sales
de la piel y en el roce
de la brisa,
en los labios
sugerentes que pronuncian
mil palabras.
En la voz,
sin halitosis, que te llama
y te desea.
Y en los cientos
de detalles que acompañan
los sentidos.
Pero olores,
(cual dolores) hay variados),
y esto es cierto.
Centenares,
cada uno con un nombre
y un destino.
Es por eso
que me paro y que medito
en un instante.
No quisiera
que mi pluma mal plagiase
los olores.
Ni dijera
cosas feas de los mismos,
no es mi estilo.
Y por eso
brindaré por esa esencia
de las rosas.
La que besas
y que envías a mis labios
con los tuyos.
Mariposa,
tus olores me fascinan
y enamoran.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/12/22
Los aromas de las mariposas en la naturaleza son inspiradores.
ResponderEliminarUn abrazo y buen finde
Cierto Maripau.
EliminarUn abrazo y gracias.
Sonrío.
ResponderEliminarUn olor nos lleva a un momento por muy lejano que ya sea.
También me quedo con el aroma de las rosas.
Abrazo, Rafael.
Gracias por tu sonrisa, Verónica.
EliminarAbrazo.
Cada momento vivido tiene su aroma...
ResponderEliminarPrecioso ❤
Gracias Galilea.
EliminarAbrazo.