Pensé en contarte
las cosas que me pasan
pero callé.
Tenía miedo
y puede que vergüenza
ante el relato.
Pensé en decirte
lo mucho que te amaba
pero no pude.
Dudé un segundo
y el tiempo jugó en contra
de mis propósitos.
Pensé en seguir
tus pasos en la arena
en plena noche.
Pero mis piernas,
sin luz y sin linterna
no se atrevieron.
Pensé en tu nombre
tatuado en una encina
con mi navaja.
Pero era un sueño,
bonito, como tantos,
y ahí quedó.
Pensé en vivir,
contigo, para siempre,
"mi mariposa".
Y te marchaste,
huyendo del invierno,
a otro jardín.
Rafael Sánchez Ortega ©
11/01/23
Hay silencios que desembocan en ausencias.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
No se pueden callar esas cosas, tienen que volar. Pero es cierto que a menudo suceden. Mucha ternura y Amor en éstos preciosos versos. Un abrazo Rafael.
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn abrazo.
Qué poema más tierno y triste a la vez. Nunca se debe callar el amor hacia algo o alguien , pues se pierden oportunidades que cambian la vida por completo. Un abrazo en este dia gris, pero con toque de invierno correspondiente.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
Un hermoso poema de amor dedicado a la mariposa de tus sueños Rafael.
ResponderEliminarUn abrazo poeta
Gracias Juan.
EliminarUn abrazo.
Las palabras no dichas quedaron escritas en el corazón.
ResponderEliminarAbrazo, Rafael.
Gracias Verónica.
EliminarAbrazo.
Cuántas cosas se nos quedan por decir...
ResponderEliminarBellos versos ❤
Es cierto Galilea lo que dices.
EliminarAgradezco tu comentario y los otros que has dejado en otros poemas.
Un abrazo y Feliz 2023.