Dame un abrazo,
quiero sentirte cerca,
te necesito.
Se acaba el día,
el sol ya se despide
tras las montañas.
Y aquí quedamos
mirando al infinito
por donde marcha.
Siento un vacío,
un algo que me falta
y estoy muy triste.
Por eso ansío
tu abrazo irreverente,
mi mariposa.
Y es que con él
me llega la ternura
que tú atesoras.
Quiero que cierren
tus alas mis pupilas
con sus caricias.
Y volverá,
seguro, la sonrisa
hasta mis labios.
Esa sonrisa
con ese de mayúsculas
que tú me diste.
No pido más,
un sueño y unos versos
en esta tarde.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/01/23
Por la parte que me toca, te mando un abrazo, y aplauso para estos versos. Feliz día Rafael.
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Casi seguro que llegarán esas caricias y sonrisas Rafael, la tarde es larga y tu plegaria es muy bella. De todos modos, desde aquí te envío mi abrazo poeta.
ResponderEliminarGracias por tus palabras y abrazo, Juan.
EliminarOtro abrazo para ti desde Cantabria.
dicen que los abrazos sirven para derrotar cualquier fractura
ResponderEliminarbuena jornada
Gracias Elisa, eso dicen y algo tienen de razón.
EliminarUn saludo.
la tristeza se pasa con versos de colores, que te lleguen a montones.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
Será por abrazos, siente los virtuales que son muchos y con un sentimiento especial. La tarde se va, pero vendrán muchas más y la alegría se posará como mariposa en tu corazón una vez más. Bellos poemas, dejemos la tristeza a un lado. Otro abrazo más.
ResponderEliminarGracias por tus palabras Campirela.
EliminarUn abrazo en la tarde.