Sigo buscándote
en medio de la noche
y no te encuentro.
¿Dónde te escondes
y dónde están tus huellas,
que no las veo?
Llevo en la mano
la luz y la linterna
de los poetas.
Sigo las dudas
que surgen de la bruma
junto a las olas.
¿Dónde te metes
que, incluso la resaca,
no da razón?
Tengo una lágrima
que rueda por mi cara
y va a la playa.
Sigo en silencio
buscando tu sonrisa
tan seductora.
Porque tu risa,
tan dulce y cantarina,
me está llamando.
¿Dónde la guardas
y dónde están tus ojos,
mi lazarillo?
Rafael Sánchez Ortega ©
30/01/23
Muy originales estos versos Rafael, esa risa de tu lazarillo revolotea en ellos.
ResponderEliminarFeliz semana Rafael. Un abrazo
Gracias Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz semana.
Que bonito este poema, es tan dulce que te embriagas en él. Un abrazote Rafael.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
Ese lazarillo tal vez descansa, y un día regrese.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.